Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
Los bomberos interinos de la Comunitat: una figura olvidada en la Ley 20/2021

La Ley 20/2021 se redactó con un objetivo claro: reducir la temporalidad en el empleo público y estabilizar las plantillas. Sin embargo, esta normativa no contempla las particularidades de sectores esenciales como el de bomberos. En la Comunitat Valenciana, los bomberos interinos no solo se enfrentan al problema de la temporalidad, sino también a una contradicción con la Ley 7/2011, que regula los servicios de emergencias y establece la obligación de reservar un tercio de las plazas para movilidad en todas las convocatorias.
Esta reserva no solo afecta a la escala básica, sino también a las escalas intermedias, como la de cabo o sargento. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Alicante hay cabos interinos que, pese a años de experiencia como mandos, saben que no podrán consolidar su plaza porque parte de las vacantes están reservadas para movilidad. Esto genera una enorme inseguridad laboral en puestos que requieren experiencia, especialización y estabilidad.
A día de hoy, considero que, con la ley nacional, los bomberos interinos de la Comunitat Valenciana son los peor tratados del territorio nacional en cuanto a su futuro laboral.
El problema de los contratos interinos y el límite de tres años
La Ley 20/2021 establece en su artículo 2.4 que "las plazas ocupadas de forma temporal e ininterrumpida con anterioridad al 1 de enero de 2016 deberán ser objeto de convocatoria, garantizando que los procesos selectivos queden resueltos antes del 31 de diciembre de 2024". Asimismo, establece que los contratos temporales no podrán superar los tres años de duración.
Sin embargo, lo que no queda claro es qué sucede si una administración no cumple estos plazos. En casos como el del Ayuntamiento de Alicante, hay interinos con fechas de finalización diferentes y un panorama incierto: ¿Qué ocurre si se cumplen los tres años y el proceso selectivo no ha sido convocado?
Cada servicio tiene su contexto
El problema se agrava porque, aunque todos los servicios de bomberos de la Comunitat Valenciana comparten la misma Ley 7/2011, en la práctica cada uno funciona de manera distinta:
- Tienen diferentes acuerdos laborales, salarios y jornadas.
- Los procedimientos operativos no están unificados.
A pesar de estas diferencias, la ley exige que en todas las convocatorias se reserve un tercio de las plazas para movilidad, olvidándose de las necesidades reales de los servicios y, sobre todo, de los interinos que ocupan vacantes estructurales.
La figura del interino: un problema de fondo
El trabajo de bombero no es como cualquier otro.
Requiere de:
1. Formación y especialización: Una inversión significativa en cursos, equipamiento y habilidades técnicas.
2. Experiencia acumulada: La práctica y los años de servicio son clave para garantizar la seguridad y eficacia del equipo.
Una solución basada en acuerdos y planificación
En bomberos, la figura del interino debe desaparecer.
Para lograrlo, propongo:
- Aprovechar las ventanas entre procesos selectivos: Durante el tiempo que transcurre entre un proceso y otro, todas las vacantes que se vayan generando deben gestionarse mediante acuerdos laborales que permitan al servicio funcionar, como la organización de guardias adicionales, hasta que el proceso selectivo convoque y adjudique las plazas de manera definitiva.
- Proyectos laborales de cuatro años: Utilizando estadísticas de plantilla, las administraciones pueden prever jubilaciones y organizar acuerdos laborales que aseguren la cobertura de guardias hasta la resolución de nuevos procesos selectivos.
- Procesos selectivos anuales: Establecer convocatorias regulares que garanticen que las vacantes estructurales se cubran de forma definitiva en un plazo razonable.
Conclusión
La estabilización de los interinos y la eliminación de esta figura no son solo cuestiones laborales; son medidas necesarias para garantizar la eficacia y seguridad de los servicios de bomberos. Cada interino es una inversión en formación, experiencia y equipamiento. La solución pasa por planificar, estabilizar y acordar, dejando atrás modelos que perpetúan la temporalidad.
Es hora de priorizar a las personas y a los servicios, eliminando una figura que, tal como está concebida, no tiene cabida en un trabajo que salva vidas.
*Jesús Lorente, Bombero del Ayuntamiento de Alicante (SPEIS) y delegado de personal de Csif
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