El Campello sufre un nuevo caso de vandalismo

El Campello ha vuelto a ser escenario de un lamentable acto de vandalismo que ha generado indignación entre vecinos y autoridades locales. Este fin de semana, el tramo final del Paseo de Voramar, conocido por sus impresionantes vistas de la bahía, ha sido objeto de destrozos que han dejado a varios metros de la barandilla de madera completamente destruidos.

Los daños se realizaron, según se desprende de los indicios, "a patada limpia", sin otro objetivo que causar daño a la propiedad pública. Las piezas de madera, arrancadas y destrozadas, fueron encontradas esparcidas en la ladera del precipicio que protege el paseo.

La Policía Local, tras recibir la alerta de los vecinos y usuarios habituales del paseo, ha procedido a colocar vallas y cintas de advertencia para evitar el paso en la zona afectada y prevenir posibles accidentes, dado que la barandilla cumplía una función crucial de protección contra el riesgo de caídas al mar.

Una investigación en curso

La Policía ha iniciado una investigación para identificar al o los responsables de este acto vandálico. Según informan fuentes oficiales, si los culpables son identificados, podrían enfrentarse a sanciones económicas que parten de los 300 euros, además de tener que asumir los costos de reposición de la barandilla y la mano de obra necesaria para las reparaciones.

El concejal de Seguridad, Rafa Galvañ, ha expresado su enfado ante estos hechos, calificándolos como un ataque no solo contra la propiedad pública, sino también contra la seguridad de los ciudadanos.

"Este acto vandálico sobrepasa todo lo imaginable. No solo han destrozado por destrozar, sino que han puesto en peligro la integridad física de los viandantes. Ojalá demos con ellos, porque el castigo será ejemplarizante", ha declarado.

Un llamamiento al civismo

El Ayuntamiento de El Campello ha pedido la colaboración ciudadana para denunciar este tipo de comportamientos y ha hecho un llamamiento a la conciencia colectiva para proteger y cuidar los espacios públicos. Mientras tanto, los operarios municipales trabajan para evaluar los daños y planificar la reparación de la barandilla en el menor tiempo posible.

Este acto de incivismo se suma a una lista de incidentes que ponen en evidencia la necesidad de reforzar la vigilancia en puntos sensibles del municipio y fomentar el respeto por el patrimonio compartido.