Día Jueves, 18 de Septiembre de 2025
Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen a hombros
Existen muchos mitos acerca de la democracia, hay uno que pocos se atreven a poner en entredicho, me refiero a la incontestable legitimidad del voto, se entiende que es incorrecto sospechar de lo contrario y sin embargo, esto sucede, hay circunstancias que lo certifican aunque muchos dogmáticos, esos que añaden el epíteto de democrático a todo lo que les interesa proteger y antidemocrático a lo que odian, lo nieguen con vehemencia.
Es un hecho que en algunas campañas electorales se obtienen resultados debidos a las prácticas de manipulación electoral. El término "pucherazo" se aplica a los actos fraudulentos que se cometen en los procesos de elección mediante la utilización de un recurso ilícito, sustituir fraudulentamente una cosa o introducir, o quitar votos para un candidato en los comicios.
Por otro lado, también son inapropiadas las actitudes falsarias durante el desarrollo de la campaña electoral, las promesas interesadas y torticeras, el uso excesivo de la propaganda como método habitual, que resucita al nazi conocido como Joseph Goebbels.
Lo primero por hacer es simplificar y encontrar a un enemigo a batir que aglutine la respuesta de odio de la sociedad, el adversario se transforma en el único rival, todos los contrarios comparten esta definición, una categoría individual que les caracteriza y justifica su total eliminación. En Alemania fueron los judios, en Venezuela la derecha y la ultraderecha.
Después, se traslada a los adversarios los propios errores o defectos, se responde al ataque siempre con violencia, "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan". Si les culpan de pucherazo inventan delitos contra los que acusan. Maduro se justifica diciendo que no entrega las actas porque el Consejo Nacional Electoral ha sufrido un hackeo masivo orquestado por las fuerzas de la oposición. Es aquí donde se convierte un anécdota o una simple mentira en una amenaza grave y real que justifica la abolición de los derechos a ciudadanos y empañan la mínima transparencia necesaria para el proceso democrático.
La propaganda debe ser entendida por el más lerdo de los ciudadanos y por tanto será popular y sencilla, cuanto más gente existe para convencer, más simples serán los mensajes y menor el esfuerzo exigido para su comprensión, la consideración de la capacidad receptiva de las masas es ínfima por ser todos idiotas y amnésicos. Limitan la publicidad a un escaso número de ideas que se repiten hasta la saciedad, se presentan ante cualquier oportunidad y sin ella también, desde todas las perspectivas posibles para converger en el mismo fin interesado sin dudas ni fisuras.
Hay que promover un ritmo frenético de informaciones y nuevos argumentos, para que cuando el rival pueda responder, el público esté atento a otro tema, ninguna de las respuestas debe agravar el nivel de las acusaciones sino más bien parecer extemporáneas.
El relato es lo primordial, debe ser verosímil, estar formado por diferentes fuentes inconexas en apariencia, con globos sondas que testen las respuestas de la población, con informaciones fragmentadas y de parte para conformar un criterio común y generalizado que termine favoreciendo las deseos gubernamentales y de las elecciones.
A la vez es preciso acallar los temas que no se puedan argumentar y disimular las noticias que les dañen. Contraprogramar cualquier acontecimiento favorable a los contrincantes utilizando la ayuda de los medios de comunicación afines, fieles por dinero. Lo habitual es que la propaganda opere utilizando un sustrato social preexistente, una mitología nacional, un complejo de odios y prejuicios tradicionales; el objeto es la difusión de argumentos arraigados en actitudes primitivas que faciliten digerir las falacias que interesen consumar para la obtención de los objetivos.
Por último y no menos importante, convencer a muchas personas de que piensan "como todo el mundo", creando impresión de unanimidad, de unidad y así se aceptará la abominación manifiesta con total normalidad. Overton ya lo explicó con su famosa ventana. Ejemplos hay en como todo el pueblo Alemán avaló los actos de un Adolf Hitler sin sentirse culpables en ese momento.
Me preocupa la confirmación de estas mismas actitudes en políticos europeos, incluso en los que se autodefinen como socialdemócratas y aseguran con dogmatismo su progresismo en todos los aspectos en los que participan. Es lastimoso ver como el Sr. Sánchez, no resiste un análisis objetivo de sus declaraciones, actitudes, comportamientos y leyes aprobadas y que cuando los acontecimientos no le favorecen y se siente amenazado, con una absoluta falta de respeto hacia los ciudadanos, amenaza a sus contrincantes, restringe derechos inaplazables, mutila a los otros poderes del estado, por creerse intocable y diferente al resto de la gente que gobierna.
Recuerdo la estrategia del Sr. Sánchez en la fallida votación en 2016 del Comité Federal del PSOE donde la imágen del pucherazo es una urna camuflada tras un biombo, sin transparencia se vota en secreto y se añaden papeletas, D. Pedro fue el primero en votar, es una votación forzada, un golpe de mano que se publicita en fotos y videos, en los tabloides y pseudo medios que expresan la sordidez de una artimaña que en aquel momento supuso la dimisión de su joven secretario general. Empero hoy en día, no sé que más elementos debe articular el Sr. Sánchez para no merecer un castigo similar dado que el adolece de la mínima autoestima para ahorrarnos su permanencia, no tenemos la seguridad de que repita sus antiguas costumbres pero nuestro índice intelectual es propio de un necio y la memoria inferior a la de un demente en fase terminal .
Todo cristaliza en la realidad de acabar siendo una Venezuela dentro de la Unión Europea de mano de nuestro extraordinario y resiliente presidente, de el aprendiz de brujo con buenas calificaciones autócratas que ha terminado haciendo cierto el aforismo de Los Inmortales de que "solo puede quedar uno" entiéndase él mismo porque el resto corremos el riesgo de ser eliminados.
Es cierto que los fallecidos siempre salen a hombros, alguien tiene que portar el féretro, la acometida se parece a la vuelta al ruedo de un torero exitoso. Durante un entierro random se ocultan los momentos impresentables de toda biografía y se hace un relato bondadoso de la realidad acontecida. Los tiranos, salvo si salen corriendo por cobardía, terminan la mayoría muertos y a hombros transportados, empero no son aclamados y recordados por el inmenso dolor infringido en sus conciudadanos, para quienes la justicia a secas es en todo insuficiente.
*Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...
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