Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Sábado, 27 de Septiembre de 2025
Factores asociados al aumento de la depresión y ansiedad en la población general

En las sociedades modernas, el ritmo de la vida diaria ya es un condicionante claro que puede afectar negativamente la salud mental de la mayoría de las personas. En ocasiones, a pesar de los esfuerzos y hasta del apoyo familiar o de la pareja, los problemas de depresión y ansiedad siempre terminan apareciendo.
Posiblemente, la ansiedad y la depresión sean dos de las patologías relacionadas con la salud mental que más afectan a la población general en los tiempos modernos.
La ansiedad, que se caracteriza por sentimientos excesivos de preocupación, miedo o inquietud, es denominada como una reacción desproporcionada para situaciones que no han sucedido o siquiera se sabe si llegarán a suceder, pero que terminan haciendo sentir muy mal a las personas que la padecen. Y sí, es un mal bastante común.
La depresión, por su parte, se denomina oficialmente como un trastorno del estado de ánimo, y sus síntomas, a diferencia de la exacerbación de sentimientos de la ansiedad, son el desánimo, la falta de interés por absolutamente todo, cambios en el apetito, en la rutina diaria, y puede directamente afectar el día a día de cualquier persona.
Incluso cuando se crea que se puede lidiar con esto, conviene acudir a profesionales como el gabinete Mentis Psicología en Elche. La principal ventaja es que se tendrá a un profesional que va a saber exactamente cómo identificar las razones que la producen, los potenciales efectos negativos y cómo prevenirlos, y más aún, brindar herramientas a las personas para salir adelante.
Ansiedad y depresión en la sociedad actual
Para infinidad de personas puede llegar a ser muy frecuente tener alguno de los síntomas relacionados con la ansiedad o con la depresión. Eso no significa que directamente se tenga alguna de estas dos condiciones de salud mental, sino que puede estar asociado el malestar por cuestiones espontáneas que, al desaparecer, también hacen desaparecer dichas sensaciones o malestares.
Se considera ya algo de preocupación cuando estos síntomas o cambios del comportamiento se acentúan en el tiempo o en lugar de desaparecer cuando las condiciones que los producían desaparecieron, terminan manteniéndose en el individuo. Algunos síntomas comunes pudieran ser los siguientes.
Ansiedad
- Preocupación excesiva: sentir preocupación o miedo de manera desproporcionada a la situación.
- Inquietud: sentirse intranquilo, tenso o nervioso la mayor parte del tiempo.
- Irritabilidad: experimentar irritabilidad constante o cambios de humor repentinos.
- Problemas para conciliar el sueño: Dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo debido a pensamientos ansiosos.
- Síntomas físicos: experimentar síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar o molestias estomacales.
Depresión
- Sentimientos de tristeza: experimentar la tristeza, vacío o desesperanza la mayor parte del tiempo.
- Pérdida de interés: perder interés en actividades que solían ser placenteras.
- Fatiga: sentirse constantemente cansado, con falta de energía y motivación.
- Cambios en el apetito o peso: experimentar cambios significativos en el apetito y en el peso corporal.
- Dificultades cognitivas: experimentar dificultades para concentrarse, tomar decisiones o recordar información.
- Pensamientos suicidas: tener pensamientos recurrentes sobre la muerte, el suicidio o sentir que la vida no vale la pena.
Factores asociados a estas condiciones de salud mental
Es posible que muchos de los síntomas citados anteriormente aparezcan en la lista de malestares diarios de millones de personas alrededor del mundo. Y es una tendencia establecida, ya que tanto la depresión como la ansiedad están muy vinculados a la época actual, y muchos factores se asocian con la cantidad de casos que se diagnostican:
- Estrés crónico: situaciones prolongadas de estrés laboral, económico, familiar o social pueden contribuir al desarrollo de depresión y ansiedad. Y no es para nadie un secreto que la vida misma, en cualquier perspectiva, es un foco constante de estrés y situaciones por resolver.
- Aislamiento social: la falta de interacción social, especialmente durante la pandemia, ha sido un factor significativo en el aumento de los trastornos de ansiedad y depresión. Por lo general, y sin que medie la situación de salud extraordinaria, ya muchas personas con ciertas reservas para el contacto social estaban entre las que más probabilidades presentaban de tener depresión o ansiedad.
- Trauma y pérdida: experiencias traumáticas o la pérdida de seres queridos pueden desencadenar o exacerbar trastornos de salud mental. Es, además, una causa que puede llevar años sanar en solitario.
- Problemas de salud física: condiciones médicas crónicas o enfermedades graves pueden influir en la salud mental de una persona. De la misma manera, la falta de ejercicio físico y el sedentarismo suelen relacionarse con estas dos patologías.
- Factores genéticos y biológicos: la predisposición genética y desequilibrios químicos en el cerebro también pueden contribuir a la depresión y la ansiedad. De hecho, muchas de las investigaciones sobre potenciales curas o tratamientos menos invasivos tienen en los desequilibrios químicos del cerebro el principal campo de investigación.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Siempre se puede hacer algo. A tiempo, los resultados pueden ser transformadores. Acudir a profesionales como el equipo de Mentis Psicología en Elche es un paso enorme que se puede dar, y muchas son las razones que se vinculan al simple hecho de contar con los servicios de psicólogos que se especialicen en ayudar a personas que padecen de depresión o ansiedad, o que al menos presentan de forma recurrente algunos de los síntomas anteriormente mencionados:
- Terapia individual: para ayudar a las personas, primero es necesario comprenderlas y ayudarlas a manejar sus emociones y pensamientos. Precisamente, la psicología proporciona esto a través de las terapias individuales.
- Apoyo emocional: no en todos los casos, pero pudiera afirmarse que la falta de alguien que escuche, que permita expresarse, que permita hacer catarsis, es lo que termina incrementando los síntomas de la depresión o la ansiedad. Tener la ventaja de que escuche un profesional que atenderá sin juzgar y que se enfocará en las posibles soluciones, es algo muy valioso.
- Evaluación y diagnóstico preciso: lograr salir adelante implica evaluar en detalle los orígenes de tales patologías. A veces requerirá varias visitas al psicólogo, pero tener un diagnóstico preciso puede brindar soluciones para toda la vida.
- Desarrollo de habilidades de afrontamiento: la depresión y la ansiedad tienen síntomas que, en la vida diaria, tarde o temprano aparecen. Incluso para personas que clínicamente no padecen de ello. Por eso, es importante que los pacientes también aprendan a tener habilidades de afrontamiento y de autocontrol para cuando toque hacer frente a estos síntomas aislados. Así, serán sólo síntomas y siempre serán casos aislados, más no se convertirán en problemas más graves.
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