RAFAEL SIMÓN GALLARDO Viernes, 19 de Agosto de 2022

Víctimas y estigmas

¿Has decidido a qué grupo perteneces? ¿sabes quiénes son tus enemigos? ¿A qué estás esperando para definirte? Mójate y no seas cobarde, tu grupo te espera impaciente.

Toda militancia política y social actual, se basa en la dicotomía, en la separación, en la elección entre víctima o victimario. De esta forma todo se simplifica, no existen los claroscuros, todo es un sistema binario formado por unos y ceros, películas sin colores fátuos en simple blanco y negro. De esta manera, los hombres patriarcas liquidan a las mujeres por su género. Las mujeres empoderadas obtienen los réditos de la igualdad por orden judicial.

El poder negro se organiza contra los blancos. Los heterosexuales intransigentes a la caza de los homosexuales. Los nativos están en constante venganza contra los conquistadores, sin recordar, que, en muchos casos, las razas se amalgamaron, excluyendo el mundo anglosajón, por supuesto. Los discapacitados extraordinariamente capacitados y desafiantes. Los alumnos contra los profesores por exigencia a mejorar. Los enfermos en contra de los médicos. Inmigrantes y xenófobos enfrentados y así hasta la extenuación.

Menos mal que mis hijos ya no viven en casa porque si así fuera, no tendría el buen sabor de boca que mantengo hoy en día...

El mundo se ha transformado en el circo de las víctimas que tras organizarse, visibilizarse y etiquetarse forman colectivos eficientes y eficaces que les permite vivir, luchar sin cuartel contra el opresor, aunque este, no exista de veras, obtener un sentido y ganarse la merecida paga protectora además del prestigio necesario para dejar de padecer la vergüenza que a todos estigmatiza.

Todo esto forma una red artificial que une y cristaliza la famosa "cultura del victimismo" que se ha destapado como la nueva manera de organización política de la izquierda que había perdido el sentido de la lucha de clases ante el aburguesamiento de los trabajadores encontrando en estas dicotomías el filón interminable que justifica cualquier relato, hasta los estúpidos que no aguantan un pueril estudio siendo así, la piedra de bóveda identitaria de la ideología marxista actual. Antes hay que reescribir la historia y olvidar lo machista, homófobo, irreverente con los derechos humanos y asesino de los regímenes comunistas que pareciera nunca existieron.

Las víctimas se han transformado en héroes y además, siempre tienen razón. Es imposible pensar que una víctima pueda mentir o aprovecharse de las circunstancias que le favorecen. Las víctimas son todos seres de luz o hijos de la polla roja...las personas hemos dejado de ser lo que hacemos, incluso lo que decimos para transformarnos solo en lo que hemos padecido. Llegará un día cercano en el que todos seremos víctimas, iguales en el sufrimiento y protegidos por un estado omnipresente con complejo de dios cristiano...

Es más importante "la identidad" que "la acción". Pertenecer a un grupo con problemas, protege, la acción, acaba siempre siendo violenta y hace muchos tiempo que el cambio del proletariado se limitó a comprar un coche nuevo o un apartamento en Benidorm...

Hoy en día, los delitos se evalúan de forma distinta. No hay dos iguales aunque se cometa la misma falta porque lo primero que se mira es quien agrede y quien padece y según esta dicotomía se clasifica. ¿Es un hombre o una mujer? ¿negro o blanco? ¿hetero o gay? ¿indígena o descendiente de colonizadores?. Las leyes han empezado a compartir esta forma de pensar, incluso se votan constituciones donde los ciudadanos serán diferentes según el género, la religión, la raza, las relaciones sexuales, los nacionalismos.

Sin embargo, todo esto es banal, no es real, los políticos ni creen ni defienden a los pueblos. La única dicotomía que existe es la de los ciudadanos y los políticos, la sempiterna rivalidad entre dirigentes y dirigidos, pastores y ovejas, líderes y mártires...y sepan que los políticos, solo se quieren a ellos mismos...