Día Jueves, 18 de Septiembre de 2025
Los indiferentes ...
Edmund Burke nos recordó en su inigualable "Ciudadano X" una frase lapidaria; "lo único necesario para que el mal triunfe es que los buenos no hagan nada".
Eric Blair más conocido por el pseudónimo de George Orwell en su distopía 1984 nos recuerda "si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír"...pero más bien lo importante se entiende a la inversa, el gobierno será demócrata si respeta el derecho del ciudadano a decirle lo que no quiere oir...
La expansión del Estado es una aberración maldita porque siempre lo hace a costa de los derechos individuales de las personas. No es bueno permanecer indiferentes, indefinidos, ausentes y blanditos ante las provocaciones de los gobernantes por el hecho de creer que siendo "los buenos" nada malo nos pasará, la respuesta de Virgilio a las preguntas de Dante son esclarecedoras;
- ¿Qué son esos suspiros, gritos y llantos que retumban en el aire sin estrellas?
- Vienen del Anteinfierno, donde son castigadas las tristes almas que vivieron sin infamia y sin honor. Son los ignavos, almas que en vida no hicieron ni el bien ni el mal, por su elección de cobardía...
El Ministerio de la Verdad, pura ironía literaria donde se definen los esfuerzos del poder para distorsionar la realidad y manipular de forma torticera a la ciudadanía resulta inquietantemente cierto hoy en día aunque sea negado por quien lo crea y practica y sentido por los indiferentes que lo padecemos a diario...
Los gobernantes que toleran la libre crítica de ciudadanos y organizaciones como parte de las reglas de juego, no se ofenden por ser cuestionados, incluso reflexionan y cambian de opinión si creen equivocarse, son sin duda demócratas y sobre todo respetuosos con el resto. No así los que responden con vehemencia ante la crítica, son intolerantes con la disidencia y utilizan la descalificación personal, las injustas represalias y la efectiva mordaza del poder como manifestación inconfundible de su autoritarismo...
Ante todas estas realidades no queda más remedio que volver a las fuentes: la revolución, la separación de poderes, a la historia antes que sea retirada de los planes de estudio y así podremos contestar al Gobierno que persigue un Estado más fuerte para protegernos mejor, en plan lobo de Caperucita, que ceje en su empeño, que nos respete y que dejen de ser totalitarios porque cada vez se parecen más a los fascistas que creen ver en todos los demás que no pensamos como ellos...
Obliguemos a limitar el poder del gobierno a la parcela que le corresponde "la ejecutiva", obliguemos a que rindan cuentas ante los representantes legales de la ciudadanía en el congreso, obliguemos a que no interfieran en el funcionamiento de los jueces, obliguemos a que retiren sus manos de los medios de comunicación, obliguemos a que respeten la figura del jefe del estado...fácil receta parece el ser coherentes definitivamente con la Constitución del 78...épica cuestión sin embargo en estos aciagos momentos...
Qué peligroso será el mundo que surja de una escuela donde no se estudie la Divina Comedia o a Eric Blair o a George Orwell o a la Revolución Francesa...
*Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...
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