Día Jueves, 18 de Septiembre de 2025
Cuestiones cuestionables
¿Quién arrasa por donde pasa ? como Atila, el rayo tormentoso o simplemente el volcán de la Cumbre Vieja.
Sabina cantó que se acabaron las ideologías, verdad a medias porque se refiere a las de siempre al no tener en cuenta, por falta de poderes mágicos y premonitorios, las nuevas pulsiones totalitarias de la indefinición, el buenísimo y la equidistancia que caracterizan a la sociedad actual, menos leída que las instrucciones de un botón de camisa, sobre todo al saber que ya no hay errores, ni siquiera actos fallidos porque todo es achacable a la informática y a los teclados predictivos dejándonos a todos sin la responsabilidades que antes tanto nos molestaban y sobre todo con la seguridad de que es imposible repetir porque ya no existen los suspensos y el conocimiento no ocupa lugar si nunca se obtuvo haciéndonos a todos iguales por la indecorosa falta de esfuerzo personal que nos significa a favor de la justicia redistributiva.
El poder reside hoy en el sentir general de la bondad eterna de la izquierda, aunque violenta, erradicadora del mal frente a la malicia de los malvados muertos/enterrados en féretros chapados de plomo que se quieren mantener vivos con medidas artificiosas al mejor estilo de Netflix y sus películas de zombies, de esta forma escriben "haber" en lugar de "a ver" para "hirviendo" si solucionan los problemas que ellos mismos generaron.
"Franco ha muerto" pero permanece menos muerto que Azaña o Largo Caballero de los que nada recordamos y menos lo haremos cuando la ley de memoria histórica no reconozca la responsabilidad de la izquierda en la Guerra Civil. Aunque para mi, no es preciso legislar sobre estos menesteres que encorseta el libre albedrío a los intereses de otros seres para nada historiadores como tampoco se justifican las leyes que nos diferencian por sexos, nos dicen que pensar, comer y con quien fornicar además de exigir el carnet de tenedores de mascotas mientras que para ser político no es preciso temario alguno salvo la agonía de pertenecer a la organización del partido al uso que no suele respetar ninguno de los agujeros naturales de nadie de la mejor forma totalitaria que se recuerda.
Las únicas leyes que realmente nos gobiernan son de la Termodinámica por las cuales nunca se puede ganar, ni empatar ni es posible abandonar la partida...y en estas condiciones no existen los buenos aunque sean de izquierda porque los demás es por todos conocido que sencillamente somos fascistas.
Esta fluida indefinición aparente permite interpretar el presente como interese al legislador, reescribir el pasado, dogmatizar la escuela y controlar la información y a los librepensadores que serán tachados de "fakes makers"...mientras se definen los parámetros del nuevo futuro que acecha entre los renglones de las oportunas agendas 20, 30, 40 que nos esperan cada dos quinquenios y así hasta el infinito infinitorum que escriben torcido sobre la puta línea recta que será tachada de fascista por el simple hecho de ser recta y no indefinida como el relato que se quiere imponer. Sabemos a ciencia cierta que Dios es facha por su patológica obsesión de escribir derecho sobre renglones torcidos, ejemplo inadmisible en este mundo donde nuestros políticos nunca son parte de "la solución" sino más bien "el precipitado" de todos los problemas.
Lo cierto es que las ideologías, si lo piensan un poco, importan menos que el pito de un árbitro ebrio, pero no por esto hay que dejar de reconocer el peligro real, su poder de persuasión y de control sobre todo si están en manos del desecho intelectual que nos dirige y para los que les aconsejo en mejor anticonceptivo conocido: el "nitrato de meterlo"...tantos siglos hemos precisado para salvarnos del poder de la religión y sus dogmas como para ahora caer bajo el influjo de estos apocados mentales.
Lo más importante son las personas, por eso no apliquen la lógica a este aforismo porque esa sería la forma correcta de llegar a la conclusión equivocada pero sintiéndonos todos mucho más tranquilos al final. Por eso estoy tan enfadado al constatar cómo bajo la excusa del legítimo derecho de enterrar a los ancestros que murieron fruto de la violencia ideológica de la guerra solo se haga en un sentido mediante la pontificación de unos y la demonización de otros olvidando que a fin de cuentas todos murieron por la intolerancia. Pero que esto sea la excusa para separarnos otra vez como sociedad es intolerable y debería ser castigado como traición o bien promover el uso del alcohol desconociendo que es "una solución" porque tiene delito que expresen el absoluto desconocimiento de la química orgánica y lo celebren levantando una copa de Cava Castellano.
El tiempo que falta por vivir es tan valioso que no estoy dispuesto a perderlo con la corrupción de la venganza. Los que hicieron daño no han pecado porque Dios sencillamente ha dejado de existir, hasta en eso tienen suerte, pero no exijan al resto que vivamos en el resentimiento eterno, no tiene sentido y sobre todo no es nada pragmático. El tiempo es efímero e importante, los que dañaron a sus prójimos tienen dos problemas por solventar: la conciencia y la indiferencia de los muertos.
Es necesario el tiempo que nos resta para ser felices y ver felices a la familia y los amigos. Vivir con resentimiento es renunciar a la libertad del que no milita en organizaciones que gestionen los falsos techos de cristal, es transigir que nos indiquen el camino con acertijos ininteligibles y aun cuando el resentimiento puede ser justo y humano, nunca, nunca será bueno...
Yo ahí lo dejo...
*Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...
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