Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
Ni luchadora ni guerrera. Paciente de cáncer de mama
Hay fechas que se quedan grabadas en nuestra mente. Recuerdo perfectamente qué hacía el día del atentado a las Torres Gemelas, el momento que dí a luz o el día en que me puse por primera vez delante de una cámara. Tampoco olvidaré el instante en el que supe que tenía cáncer de mama.
No conozco a ninguna persona que esté preparada para recibir una noticia así. En ese momento la vida se para y te sientes pequeña y vulnerable. Y sobre todo estás muy asustada. Por eso los profesionales médicos, los que me han tratado son excelentes en su área, deben trabajar también la comunicación. Dar un diagnóstico de cáncer no tiene que ser sencillo, por muy acostumbrados que estén, pero al otro lado siempre hay personas.
En mi caso, soy una de las 55.000 pacientes que han recibido un diagnóstico tardío como consecuencia de la COVID-19. Y esto es un drama. Porque además de la pandemia hay muchas más enfermedades, patologías y personas esperando ser tratadas. Y coger a tiempo el cáncer significa tener mayores posibilidades de supervivencia. Cinco meses tardaron en hacerme las primeras pruebas de diagnóstico. Se perdió, por lo tanto, un tiempo muy valioso. Cuando tuvimos todos los resultados la lesión ya había recorrido la mama y había llegado a un ganglio.
Lo admito, he sido siempre una gran defensora de lo público. Pero si queremos seguir estando orgullosos de nuestra Sanidad es necesario que las administraciones inviertan más recursos. Recursos en personal, en instalaciones y en investigación. Sobre todo en investigación. Los profesionales de la sanidad lo merecen, pero los pacientes todavía más.
Durante estos siete meses de tratamiento algunas cosas me han chirriado. Lo siento, pero no soy luchadora ni una guerrera. No me identifico con esta idea romántica del cáncer. Lo máximo que puedo hacer es ponerme en manos de la medicina y confiar en el buen criterio de mis doctores sin que decaiga demasiado el ánimo.
Me hubiese gustado tener un sistema que tratara el cáncer de una manera más integral. Porque en la curación, además de la quimioterapia, la cirugía y la radio, son importantes la alimentación, la fisioterapia y el estado mental. En este sentido para mí ha sido fundamental el acompañamiento psicológico de la Asociación del Cáncer de Alicante. Por lo que respecta a la prevención del cáncer de mama, me hubiese gustado tener más conocimiento sobre Disruptores Endocrinos. Conocer los tóxicos a los que estamos expuestas y cómo pueden afectar a nuestras hormonas es crucial.
No creo que pasar una situación traumática como esta me convierta en mejor persona. Sí que me ha ayudado a elaborar un plan para hacer frente a las grandes crisis que se me pueden presentar. Y en mi botiquín anti crisis, hablar y sentir el acompañamiento de las personas que quiero y me quieren es la medicina que no puede faltar. A todas ellas, GRACIAS.
*Carolina Selles, es comunicadora y presentadora. Puedes encontrarla en Carolinaselles.com
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