Día Martes, 16 de Septiembre de 2025
El trampa-antojo del contexto

Oigan amigos y también enemigos, ¿por qué no?, a todos por igual me refiero con respeto, si tienen la deferencia de leerme, aunque luego, me pongan verde, o "colorao", o del tinte que ustedes prefieran, ¡será por colores!
La dama de Hierro dijo hace años "Creo que los partidos y las elecciones son algo más que listas rivales de promesas varias; de hecho, si no lo fueran, la democracia apenas valdría la pena preservarla". Sic.
Queridos libre pensadores y disidentes sobre todo... hoy hablaremos del "contexto". Palabra vil y peligrosa porque más bien, se trata de un trampa-antojo, es lo mismo que sientes cuando crees que te vas a comer un manjar, y luego, te comes una mierda, lo mismo.
¿Pero que coño es el contexto?
Si leemos la definición del diccionario; Contexto es un término que deriva del vocablo latino contextus y que se refiere a todo aquello que rodea, ya sea física o simbólicamente, a un acontecimiento. A partir del contexto, por lo tanto, se puede interpretar o entender un hecho.
Querido lector, si es usted joven, nacido a finales de los años 80, en los 90 o incluso después, tendrá una perspectiva diferente del mundo que quienes nacimos antes, en este corto periodo de tiempo, el contexto ha cambiado. Lo que yo entiendo de las circunstancias, no es lo que ustedes entienden. La diferencia es el tiempo pero también el hecho de que en estas pocas décadas el cambio ha sido vertiginoso como nunca antes fue. Nuestros padres, heredaron el contexto de nuestros abuelos y estos directamente del medievo.
En España, en ese breve periodo de tiempo, pasamos de la democracia ilusionante y renovadora que aglutinó a varias generaciones, al rechazo más brutal de nuestros logros del 78 embadurnado de escepticismo y, posteriormente, de una desconfianza rezumante de cinismo y de adanismo que niega la mayor, el pasado y la historia con total desprecio.
No somos solos nosotros, las democracias occidentales, también padecen el mismo problema, pero ellas son democracias de más de 100 años, nosotros, no hemos cumplido ni cincuenta y hemos envejecido más. Esa es la diferencia
Ejemplos de la variación del "contexto" hay muchos.
Para nosotros, el secesionismo no era un problema grave, o no nos lo parecía al principio. No voy a negar, que delante de nuestras narices, con total impunidad, se permitió inocular a las siguientes generaciones mediante la manipulación de la enseñanza y de la lengua, el virus del secesionismo. En la Constitución del 78 todos cedieron y se permitió con ánimo de integración estas diferencias entre españoles. Pero su uso ha sido fraudulento hasta eclosionar en la actual situación que si me permiten ser franco, pienso que no tiene solución alguna salvo la segregación definitiva si no queremos que haya sangre.
Esta sensación que yo participo, no la tendrá usted, lector más joven. Le parecerá normal el desencuentro y la confrontación entre los gobiernos regionales y el gobierno central como constante definitoria. Ustedes, han asumido esta situación como "normal", es la forma natural del estado español y sin embargo para mí, me parece una abominación.
Ustedes, los más jóvenes, serán seguro favorables a la búsqueda de una solución creativa que flanquee el Estado de derecho.
De todas formas, los políticos actuales, los periodistas y los politólogos al uso y científicos sociales son todos imberbes que no llegan a la cincuentuna, pocos nacidos en los años sesenta o antes quedamos en activo. Y así, transitan por la vida sin recuerdos de otras eras, sin información de los errores que como sociedad ya cometimos, abocandonos al mismo final violento que históricamente nos persigue, nos alcanza y nos rebasa.
El actual "contexto", se antepone a la verdad histórica del pasado aunque lo que se proponga, no haya surgido de voluntad mayoritaria alguna, sino más bien, de la imposición metódica, constante de minorías bien organizadas que controlan medios y disponen de dinero.
Así, gracias a ese "contexto" interesado, lo que se está evitando a nuestros jóvenes es la posibilidad de solucionar el problema. Hubiera sido tan fácil que todos los partidos hubieran olvidado su contexto, habría sido suficiente con que los grandes partidos, los de siempre, se hubieran posicionado del lado del Estado de derecho, en vez de cargar el "problema catalán" como arma arrojadiza partidista.
Aún hoy quedaría tiempo para soluciones, que fácil sería una alianza de las fuerzas que se definen como constitucionalistas para que el secesionismo dejara de ser un problema.
Sin embargo, esto no ha sucedido, ni pasará. Los líderes políticos prefieren el electoralismo y preservar sus derechos partidistas que resolver problema alguno. Antes, el político se sacrificaba por el momento histórico que le tocaba vivir y por sus conciudadanos, hoy, se escuda en el momento histórico vivido para mejorar el mismo y su propio partido y a los demás, que nos den.
Los partidos han dejado de ser transmisores de la ciudadanía, representantes del pueblo para ser un fin en sí mismos a las órdenes de sus lideres, una , listas de promesas y regalos con trampa que cada cuatro años se nos ofrece sabiendo todos que nunca se cumplirán y que nosotros aceptamos sin crítica mientras toleramos que vivan a nuestra costa.
En fin, eso es todo amigos.
* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...
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