Vox destierra a la izquierda caviar al basurero de la Historia

De Pepe Gotera y Otilio nada de nada. Esto es lo que vaticinaban los ‘progres’ que iba a ser la presentación de candidatos de Vox en Alicante, de TBO, pero el cliché no cumplió su maleficio. No puedo negar que el estilo de Vox es peculiar. Como también lo es el de Cs, Ps, Compromís, y del PSPV mejor ni hablamos. 

Lo que oímos y vimos el día 12 de abril en Alicante no es Abascal ni Ortega Smith. Está más cercano a una alocucion de Ortega Lara. Aun así, hay medios de comunicación que se atreven a ridiculizar el liderazgo de una víctima de ETA y de todos los que sienten como él. Mal asunto. Otra cosa es que los actores que tomaron el micrófono ayer estén preparados para gobernar. No creo que lo estén, por diferentes motivos. Pero ellos no dirigen el barco. Los capitanes son Abascal y Smith.

Se presentaron como gente sencilla. Y eso es lo que yo pude observar. Llaneza, felices del reencuentro entre iguales que durante décadas han tenido que difuminarse en el paisaje, siempre pendientes del ostracismo al que condenan al diferente que no comulga con la parroquia 'bien pensante' de los ingenieros sociales.

Su apuesta es de máximos: España, Unidad, Cristianismo, Ejemplaridad con mayúsculas. Casi todos los que han hecho apuestas semejantes con anterioridad fracasaron porque son ideales que un partido desea, pero a los que la condición humana siempre rebaja poniéndoles zancadillas. Su mérito consiste en hacer esta apuesta cuando España más necesita un mensaje regenerador y cuando ningún otro partido se cree de verdad la urgencia a la que nos enfrentamos como país o, por lo menos, no están dispuestos a pagar el coste de la radicalidad más conservadora.

En definitiva, mi impresión es que en el encuentro había mucho 'alíen', al modo de un extraterrestre que aterriza en tierra hostil, que ni sus propios compatriotas reconocen dado el grado de ninguneo al que ha sido sometida la gente con un estilo de vida conservador. Prefiero a estos 'aliens' que a los frikis que pululan por los mítines tradicionales de los partidos consolidados. Frikis como sinónimo de individuos que se entregan de manera obsesiva y desmesurada a ciertas aficiones. Como la de medrar usando la estructura del partido de turno, indiferentes a la ideología que abrazan. 

Leo un texto de Luis del Pino en Twitter: “Un mensaje a todos los fascistas q llevan décadas insultándonos, agrediéndonos e intentando humillarnos por el simple hecho de ser españoles: el 28-A os vamos a barrer del mapa con la única escoba admisible en democracia: nuestro voto. Os vamos a mandar al basurero de la Historia”. Avisados quedan. Palabra de Alien.

* Pilar G. Jáuregui es Socióloga y Consultora de Formación de Empresas