SALADAR DE AGUAMARGA
Ecologistas en Acción se opone a la ampliación del aeropuerto

Ecologistas en Acción se opone al proyecto de ampliación del aeropuerto de Alicante-Elche promovido por AENA porque supondría la desaparición del Saladar de Aguamarga al ocupar alrededor de 100 hectáreas de la zona húmeda protegida.
Ecologistas en Acción recuerda que el proyecto de ampliación del aeropuerto de Alicante-Elche ya fue paralizado en 2009 por los condicionantes que la autoridad ambiental impuso en la anterior revisión del Plan Director. Desde la entidad ecologista señalan que el Plan de Acción Territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación (Patricova) prohíbe la construcción de infraestructuras en terrenos inundables y con alta concentración de personas, como es un aeropuerto.
Ecologistas en Acción señala que Aena intentó en 2009 tramitar una revisión del Plan Director del aeropuerto planteando un escenario de crecimiento del tráfico aéreo de hasta 20 millones de pasajeros. Entonces se presentaron dos alternativas para la nueva pista de aterrizaje-despegue de los aviones, con una longitud de 3.000 m al norte de la pista actual que invadían el Saladar de Aguamarga, zona húmeda incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana en 2002 y en el Inventario Español de Zonas Húmedas en 2011.
La autoridad ambiental del Ministerio de Medio Ambiente en su Documento de Referencia de 8 de julio de 2009 impuso una serie de condicionantes a ese proyecto entre los que se encontraba el estudio de alternativas “primando la elección de alternativas que no afecten a espacios naturales protegidos o lo realicen en la menor medida posible”. Parece ser que esos condicionantes explicarían el desistimiento de Aena, apuntan desde Ecologistas en Acción.
La organización destaca que Aena vuelve a proponer la construcción de una nueva pista de 3.000 metros de longitud con un horizonte de 17 millones de pasajeros, que ocuparía 291 hectáreas de nuevos terrenos e invadiría unas 100 ha del Saladar de Aguamarga. También se incluye la construcción de una nueva torre de control y diversas instalaciones adicionales (viario de enlace entre las dos pistas, dos edificios del servicio de salvamento y extinción de incendios, nuevo aparcamiento de coches, etc). Un proyecto que tendría numerosos impactos ambientales, además de la destrucción del humedal, como el aumento del nivel de ruido que ya soporta la pedanía de Torrellano.
La nueva pista discurriría en paralelo a la actual, a una distancia 1,5 kilómetros. Y se desplazaría al norte y al este para evitar la afección a la Institución Ferial Alicantina (IFA) de Elche-Torrellano. Esa cercanía a los edificios de IFA limitará las maniobras de los aviones que no podrán aterrizar de tierra hacia el mar en los primeros 500 metros de la pista por problemas de seguridad aérea. Además, la pista invadiría la carretera CN-332 (Almería-Valencia) a su paso por el Saladar de Aguamarga y no se propone ninguna alternativa de trazado para esa carretera de la Red de Carreteras del Estado.
La ubicación de las pistas de los aeropuertos atiende al régimen de vientos, para que los vuelos se vean lo menos afectados o se apoyen en ellos en el despegue. La pista actual del aeropuerto está trazada de este a oeste y la pista propuesta sigue el mismo sentido. En la documentación presentada no se justifica porqué han elegido esa dirección y no dan la alternativa de que discurra en perpendicular, que también tendría un régimen de vientos favorable. Esta última alternativa tendría menos afecciones ambientales.
Los terrenos que se ocuparían en el Saladar son inundables, según el Plan de Acción Territorial (Patricova) con un riesgo 4, un calado de 0,8 m y periodo de recurrencia entre 25 y 100 años. La normativa de ese Plan prohíbe la construcción de infraestructuras en esos terrenos de riesgo 4 (artículo 18) y que supongan una alta concentración de personas, como es el caso de un aeropuerto.
Además, para la organización ecologista no es consecuente que en los momentos clave de lucha contra el cambio climático se proyecten infraestructuras que van a consumar el aumento en la emisión de gases de efecto invernadero, en un sector como el aeronáutico, cuando la tarea pendiente y urgente es reducir esas emisiones. Y se haga destruyendo un humedal, que son sumideros de CO2 e infraestructuras naturales frente a las inundaciones.
"El desprecio de Aena hacia el Saladar de Aguamarga es histórico, pues ha luchado denodadamente para que la zona húmeda nunca adquiera niveles altos de biodiversidad (presencia de avifauna, existencia de una lámina de agua) con la excusa de la seguridad de la navegación aérea a pesar del bajísimo riesgo de colisión de las aeronaves con la avifauna", señalan. Ahora Aena lo culmina declarando sus intenciones de acabar con esa zona húmeda protegida. Ecologistas en Acción se opondrá con todas sus fuerzas a ese proyecto, destacan desde la entidad.
Galan de Noche | Lunes, 26 de Agosto de 2019 a las 10:00:23 horas
Esta bien de defender la naturaleza pero somos más numerosos cada dia sobre esta Tierra.
Para vivir debemos comer y para comer debemos trabajar . Cuando hay una oportunidad como este Aeropuerto que crece mas cada año , no debemos ser contra la ampliacion porque si hay más trabajo para la gente Alicantina y illicitana es una buena cosa.
Pero hay gente que esta siempre contra ...contra todo y posiblamente contra el trabajo.
Vivo al lado del aeropuerto y pienso que es una buena cosa de ampliar este aeropuerto.
¡Lo digo yo !
Accede para votar (0) (0) Accede para responder