El sellado del vertedero de La Murada finalizará en abril

Han acompañado a Orihuela a Elena Cebrián el director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer; el secretario autonómico de Medio Ambiente, Francisco Javier Quesada; y el presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible, Manuel Pineda.

La inversión total superará los 2,5 millones de euros en los distintos trabajos que se han realizado durante la legislatura y que todavía están en marcha.

"Esto supone cerrar un episodio muy negro de la mala gestión en materia de residuos", ha dicho Cebrián, quien ha explicado que "estamos realizando esfuerzos en sellar los vasos del vertedero y transformar la gestión de residuos en la comarca de la Vega Baja".

En cuanto a los trabajos realizados, Cebrián ha explicado que "se ha hecho por fases y a lo largo de tres años, en los que se han tratado también los lixiviados con una gestión específica".

Asimismo, ha recordado que la Generalitat traslada las facturas de los trabajos realizados a los juzgados ya que la Administración autonómica está personada en los procesos judiciales que hay pendientes en relación a la explotación como vertedero de estas instalaciones.

La dirigente ha recordado que para el Consorcio Vega Baja Sostenible se ha procedido a la adquisición de ecoparques, provisión de contenedores y las nuevas líneas de gestión con el objetivo de cumplir la normativa europea.

La consellera ha agradecido el esfuerzo realizado desde el Consorcio Vega Baja Sostenible y por su presidente, Manuel Pineda, así como todos los alcaldes y concejales que "han estado trabajando para revertir la situación de los residuos en la comarca: Por fin se tendrá una planta de transferencia de manera transitoria".

El presidente de la entidad de la Vega Baja, por su parte, ha explicado que en la zona de Alicante se van a invertir más de dos millones y medio de euros, y ha agradecido a la consellera la aportación de la Generalitat y su implicación para solucionar un problema medioambiental como el del vertedero de La Murada.

Para Manuel Pineda, "esto se tendría que convertir en un centro de interpretación de lo que no debe pasar nunca más".

Una vez finalicen los trabajos correspondientes al sellado de los vasos se trazará un proyecto para mantener y vigilar la zona y que no se produzcan lixiviados y emisión de gases.