El timo de la estampita no ha muerto

La Policía Nacional le arrestó el pasado 17 de enero por formar parte de una organización criminal que se dedicaba al timo de la estampita y sobre el que constaban varias reclamaciones policiales y judiciales.

De los hechos se tuvo conocimiento cuando un indicativo policial que se encontraba en la Avenida Antonio Mera Lozano de Villanueva de la Serena, se percató de la presencia de este individuo, de sobra conocida por los agentes, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

En el momento de ser identificado presentó la documentación de un tercero, para así evitar la acción policial y judicial, por lo que fue trasladado a dependencias policiales, donde pudo ser identificado plenamente tras las comprobaciones oportunas.

De este modo, se procedió a su detención por un presunto delito de usurpación de identidad, que se suma a diversos delitos contra el patrimonio.

El detenido, que cuenta con numerosos antecedentes por diferentes hechos delictivos, fue puesto a disposición judicial, quien ha decretado su ingreso en prisión.

La Policía Nacional ha recordado que en este tipo de estafas la persona timadora, que simula tener cierta discapacidad intelectual, se acerca a su víctima con cualquier excusa y le muestra una bolsa que parece estar llena de billetes, mientras le explica que se los ha encontrado.

El estafador no da ninguna importancia al contenido, al comentar a la víctima que en la bolsa lleva "estampitas" o "cromos" y que en casa tiene muchos más.

En ese momento, aparece otro transeúnte, que hace de gancho, y ofrece a la víctima la posibilidad de comprar la bolsa por una cantidad de dinero.

El que hace de personas discapacitada se deja convencer, pero como el gancho dice no tener dinero para participar en la compra de la bolsa, por lo que anima a la víctima a realizar la compra.

En ese momento el gancho se ofrece para acompañar a la víctima a buscar dinero, al objeto de que no tenga ningún contratiempo.

Una vez que la víctima materializa la compra, al entregar el dinero por la bolsa, desaparecen los dos estafadores.

Cuando la víctima abre la bolsa comprueba que no contiene billetes sino tacos de recortes de papel.