Un monolito que explica el baluarte de San Carlos

Las obras permitieron localizar parte de la cimentación de un tramo del baluarte, una parte importante del sistema defensivo de Alicante en el siglo XVIII. El hallazgo obligó a modificar las obras con el fin de respetar los restos arqueológico.

Ahora el Ayuntamiento de Alicante ha colocado junto con Aguas de Alicante un monolito explicativo en la intersección entre la calle Canalejas y la Explanada, dejando constancia de la existencia de los restos e informando de la repercusión histórica que el baluarte de San Carlos tuvo en la ciudad de Alicante.

El concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Alicante, Carlos Castillo, destaca la importancia de "recuperar y poner en valor" el patrimonio arqueológico para que "todos los alicantinos conozcan parte de la historia de la ciudad".

Tal como destaca la placa informativa, la demolición del baluarte coincidió con los proyectos de expansión de la ciudad, que contemplaban el Castillo de Santa Bárbara como único reducto defensivo a conservar en la ciudad.

El baluarte estaba configurado por un muro de unos siete metros de altura que se coronaba con medio bocel, al que se asomaban las bocas de varios cañones. Otro murallón más alto formaba ángulo con este, que tenía un foso delante. En el interior se localizaban plataformas de madera, almacenes para víveres y municiones y pabellón para la tropa.