Colorín colorado, no eres tonto ni retrasado

Querido Sr. Sánchez, le escribo si está usted en España y ningún viaje mediático le impide fijarse en sus congéneres españoles y dejar sus impresionantes habilidades de estadista internacional para momentos más adecuados, otros quiero decir. La moraleja de las elecciones andaluzas es clara. Soy un votante socialista andaluz hasta ayer que en las últimas elecciones he cambiado el voto a otro partido y quiero explicarle mis motivos.

Quiero decirle que nosotros seremos buenos y esto no es sinónimo de idiotas, aunque reconozco que ser buenos es una virtud que algunos idiotas no entienden. Tengo que decirle, que lo que no se soluciona pasando página, se soluciona cambiando de libro y eso es lo que le ha pasado en Andalucía. La gente está harta de pasar páginas del mismo libro políticamente correcto durante 8 lustros y finalmente, preferimos cambiar y probar otras ediciones.

No se extrañe que esto le pase a usted también en un futuro próximo, en elecciones nacionales, que a estas alturas del cuento, no tiene usted ni puta idea de cuando es mejor convocar. Su CIS le aconsejo que lo cierre porque no ha dado ni una en sus augurios. Empezó diciendo que al desbancar al Sr. Rajoy las convocaría inmediatamente. Se alió con la ultraizquierda anticonstitucional, la izquierda republicana, golpistas y etarras asesinos para conseguirlo porque el fin justificaba los medios. Después, a sus socios de viaje, había que pagarles la factura, aunque estas fueran impresentables e injustas y olieran a mierda desde lejos, pero usted, con su lenguaje enrevesado, progresista y enigmático intentó taparnos al resto las narices y así pasar todos por su aro. Pero en vez de ocluir nuestras napias, lo que ha logrado es hincharlas al ver el desprecio hacia nuestra nación, nuestra bandera, nuestra historia.

Ayer nos dijo que debía seguir en el poder para ser el garante de los derechos democráticos de los españoles y revertir mediante decretos ley y no leyes consensuadas y votadas las ofensas perpetradas por la derechona desbancada que lo único que consiguió fue sacarnos de la crisis, parece que muy a su pesar.

Con las mentiras, se puede llegar muy lejos, pero con las mentiras, no se puede volver a empezar. La buena gente da una oportunidad, dos, mil y lo hacen porque tienen miedo al cambio, porque usted les dijo que los otros son corruptos, anti-demócratas y no le pagarán las pensiones pero finalmente, cuando las personas se cansan y sienten que van a explotarles las gónadas, por no decir los cojones es entonces que les mandamos a tomar viento fresco a la farola.

Sepa usted que una persona arrepentida llora, pero si está arrepentida de verdad cambiará también. Usted solo será capaz de llorar, la gente arrepentida que le votamos hemos empezado a cambiar. Porque a veces, hay que sacar a las personas tóxicas de nuestra vida sin aviso ya que todos somos mayores para andar explicando lo que estos saben hicieron mal y después de mil oportunidades han sido incapaces de rectificar.

Hay enfermedades que se curan con pastillas pero existen otros que lo hacen con cirugía y usted ha tolerado durante tanto tiempo los tic corruptos de su partido que ya no hay remedio razonable.

Y eso, leña al mono, ahora a pedir cordones sanitarios contra la ultraderecha cuando no lo hicieron con la izquierda radical y terminaron gobernando y pactando con ellos, sacrificándose porque lo importante era expulsar a Rajoy y la manera de conseguirlo no importaba nada. Ponga sus barbas a remojar porque hoy, lo importante es expulsarle a usted y para eso, la derecha pactará si hace falta con la ultraderecha. Todos aprendemos lecciones,  en la escuela primero aprendíamos la lección y luego nos ponían la  prueba. En la vida, primero nos ponen la prueba y así aprendemos la lección. Dudo que usted aprenda nada porque sigue pensando que está en el colegio o en la universidad haciendo corta pegas emblemáticos.

Y colorín colorado, no eres tonto ni retrasado.

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...