Desmantelan en Benidorm una red que traficaba con drogas desde un "camping"

Los agentes intervinieron en 11 registros 78 gramos de cocaína, 194 gramos de hachís, cuatro kilos de marihuana, diez jeringuillas de aceite de marihuana, 297 plantas de un plantación "indoor", 10.470 libras esterlinas, 14.775 euros en efectivo y seis vehículos de alta gama.
 

Convertido en un foco muy activo en el tráfico de estupefacientes entre residentes extranjeros, este "camping" tiene una capacidad de más de 2.500 campistas durante el verano, por lo que la organización criminal pensó que era el lugar ideal como centro de operaciones de compraventa de droga, especialmente entre británicos.
 

En este emplazamiento se alojaba uno de los cabecillas del grupo, que controlaba hasta siete parcelas ocupadas con caravanas, que se utilizaban para almacén y kioskos de la droga.
 

Fuera del "camping", además de distribuir la droga por Benidorm, también lo hacían en Jávea, Alfaz del Pi y La Nucía, y en esta última localidad decidieron cultivar la plantación "indoor" de marihuana, de dimensiones suficientes para que sirviera de autoabastecimiento.
 

Las investigaciones llevadas a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Alicante, junto al Servicio de Vigilancia Aduanera de Alicante (DAVA), concluyeron que la red había alcanzado dimensiones internacionales, con una ruta entre el Reino Unido y España.
 

Estos agentes interceptaron 63 kilogramos de marihuana ocultos en maquinaria pesada justo antes de ser enviados por esta organización a través del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, por lo que las autoridades británicas colaboraron con la Guardia Civil para realizar un control de los integrantes del grupo, de los que se supo que algunos eran violentos y estaban buscados internacionalmente.
 

Los detenidos son cuatro británicos de 36, 39, 42 y 64 años, un lituano de 36 y una mujer británica de 29, y tras pasar a disposición judicial han ingresado en prisión sin fianza como presuntos autores de un delito contra la salud por tráfico de drogas y un delito de pertenencia a organización criminal.
 

La Guardia Civil se tuvo que trasladar a la cárcel Madrid para la detención del británico de 36 ya que estaba interno a la espera de su extradición al Reino Unido como presunto autor de un delito de lesiones graves.