Los lacitos de colores

Oigan ustedes.

Estoy muy extrañado, me he dado cuenta de lo relativo de las cosas. Me he quedado esperando la reacción de Ada Colau, como siempre hace en comunicados oficiales, defendiendo a la mujer agredida en Barcelona, en el parque de la Ciudadela, en presencia de sus hijos. Si, la que recibió un imparable sopapo que le ha fracturado el tabique nasal. Un defensor de la República Catalana, hombre valiente, héroe impoluto y nazi brabucón, se ha visto obligado a ser violento para corregir la osadía de retirar, por parte de esta mujer, el lazado símbolo amarillo. La violencia a una mujer por parte de un hombre, se entiende "de género o machista" solo si te has acostado con ella o tienes algún parentesco pero si la motivación es política, puedes hincharla a ostias que no pasa nada. Si es así, además, se puede denunciar a la agredida por salvaje injuria a la patria chica. Me temo que los agresores machistas, a partir de ahora, tienen una extraordinaria escusa; "Señoría, yo agredí a mi pareja por motivos políticos, llevaba una pulsera con la bandera de España, y eso, como bien sabe, es intolerable, me vi obligado a hacer uso de mi libertad de expresión".

Mientras, la justicia, nos aclara las cosas. La libertad de expresión, ampara tanto al que pone el lazo como al que lo quita. Todo es libertad de expresión. Pero solo se toma el nombre, la dirección, el teléfono y el oficio, por parte de los Mossos y Mossas de quien se atreve a retirar los lacitos de los cojones y no de quién los pone que se presupone es un mártir de la patria. Tampoco se retiran los que cuelgan de los edificios oficiales catalanes, ni los que pusieron cuando el Rey estuvo en Barcelona por el acto a favor de las  víctimas, ni los que ocupan los escaños de la cámara catalana. Y si el que retira los lacitos, amparado en su libertad de expresión es un Guardia Civil, pues ya tenemos el contubernio del estado contra la joven república.

De todas formas, hasta la prensa catalana, se mofa de la pobre nariz fracturada y comenta que la señora, algo habrá hecho, que el agresor era un perturbado. Y no tienen razón, no es un perturbado, es un catalán que sigue las consignas de su President y al estado español hay que atacarlo por eso se puede agredir a todo aquel que lo defienda, aunque sea mujer. Esto también es libertad de expresión.

Todo esto tiene responsables. Unos por incitación, otros por omisión. Los incitadores justifican toda la violencia si es a favor de su república, si es en contra se transforman en víctimas del sistema, se la cogen con papel de fumar y denuncian hasta el apuntador. Los que están de perfil en el tema catalán, son tolerantes, modositos y pactistas, lo soportan todo, no defienden a los catalanes españoles que algún derecho tendrán. Solo les importa la  exhumación del cadáver de Franco, igual tienen suerte y si este resucita entonces, siempre lo pueden mandar a liderar el ejército para que apacigüe la violencia callejera catalana.

Este es el plan secreto de Sánchez, me acabo de dar cuenta porque si algo es nuestro Presidente es rectificador. Cambia de opinión según el barómetro que le convenga. Hoy, Pedro Sánchez en Chile ha dicho que la defensa del Juez Llarenas es un tema de estado ineludible. Hace unos días, Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno,  tras la reunión del Consejo de Ministros del pasado viernes comentó que era un tema particular, personal. La rectificación se produce después de la presión del Consejo General del Poder Judicial y también de las asociaciones de jueces. Pero están muy preocupados nuestros gobernantes no sea que Quim Torra esté molesto.

Mientras, Puigdemont, al traducir del español al francés en su querella contra el juez, se equivoca en las comas y en el sentido; "si es que eso ha sido así", lo han traducido por  "sí, así ha sucedido". Un condicional por una afirmación. Yo termino diciendo "si es que son miserables" por un "sí, son miserables". Espero que se me entienda.

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...