Día Jueves, 18 de Septiembre de 2025
Agnóstico demoscópico, creyente popular

O el periodismo, el cuarto poder, o los periodistas, salvadores y verdugos. Los medios de comunicación manejan el mundo y la realidad a su antojo ejerciendo de amoldadores de conciencias y opiniones. Los periódicos y las televisiones aprovechan su posición ventajosa para transformar perspectivas con el fin de conseguir un impacto y objetivo determinado.
Podemos, el partido de Pablo Iglesias, del mismo modo que estuvo a punto de comerse con patatas, como diría el registrador santapolero M.Rajoy, al PSOE en las pasadas elecciones, gracias a la influencia de los medios de comunicación y a los minutos en los platós de televisión que estos brindaban a los dirigentes de Podemos, está viendo mermada su influencia en la caja tonta y en los transistores en beneficio de Pedro Sánchez. Un actual Presidente de Gobierno, quien lo diría, que ahora ve como El País y otras casas que pedían su cabeza le doran la píldora. Qué fue de aquella época en la que el periódico de Prisa parecía haber perdido su espíritu social y de izquierdas y despotricaba contra Sánchez ensalzando a figuras socialistas del pasado. Un País, y lo pongo en mayúsculas, ya saben ustedes porqué, que ahora se ha convertido en el principal panfleto electoral de ese hombre alto y moreno pero vacío de materia gris del que tanto despotricaban. Que el Presidente Sánchez sale a correr, pues noticia que va, que el jefe de gobierno se hace una foto en el avión presidencial al puro estilo 007 o Kennedy, otra portada rellenada. La siguiente será en el váter de La Moncloa ya verán, ese trono en el que Pedro tenía tantas ganas de jugar.
La prensa, este poder, que es capaz de matarte el viernes y de resucitarte el domingo. Me acuerdo cuando Ciudadanos iba primero en las encuestas, hasta el ABC parecía haber dejado atrás el rancio conservadurismo y haberse subido a la ola del progreso. Todos los sondeos profetizaban que Albert Rivera sería el Presidente de Gobierno, el Macron español que destriparía al demonio Popular paradigma de la corrupción. La regeneración ganaba al inmovilismo y al continuismo. Todos los días, con el café en una mano y con el periódico en la otra miraba con alegría, pero con cierta cautela las consultas demoscópicas. Nunca me he fiado de las encuestas, estos mismos sondeos que daban a Ciudadanos 80 diputados en las pasadas elecciones generales. Perspectiva que banalizó e hizo de menos a los 32 escaños cosechados por la formación naranja. Encuestas, que tan solo son estadísticas en caliente, por eso reitero mi agnosticismo demoscópico. No creo en los sondeos, mi fe está en la calle, en los ciudadanos que a viva voz e in situ me manifiestan su predilección por Albert Rivera.
Como hombre de letras, no me fio de los números, esas cifras que no muchas veces son exactas. Un servidor, solo confía en las circunstancias y hechos, acontecimientos, que ponen de relieve, que Ciudadanos, ese partido que para algunos ya está acabado porque varias encuestas así la vaticinan, está más fuerte que nunca. Situaciones, como la comida que la formación naranja celebró el pasado sábado en Alicante con motivo de las hogueras. Banquete, donde los más de 400 afiliados y simpatizantes llenaron el comedor del Hotel Meliá. Había momentos, el que escribe estas líneas lo sabe bien, en los que la concurrencia de cabezas parecía mayor que la de tenedores.
A veces, en lugar de tanta encuesta, hay que remangarse, sentarse y dialogar con la gente en el transporte público o donde quiera que uno esté. Personas, que al percatarse de que llevo una pulsera con las siglas de Ciudadanos no solo me preguntan sobre política, sino que también exteriorizan su afinidad con el partido. A diferencia de lo que crean, Ciudadanos no es el partido de las encuestas, ni de las veletas, somos las siglas de la gente. Esas personas, que al ataviarles la chaqueta con un pin de Ciudadanos, en ocasiones te preguntan, “¿Este es el partido de Albert Rivera? ¿El chico ese tan majo?”.
* Jorge Brugos es Coordinador de Comunicación de Ciudadanos (Cs) en Alicante ciudad.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.31