Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
Lo uno no quita lo otro

Vaya hombre, se han molestado. Y todo viene porque el PP intenta incluir el idioma español dentro de su política de "Marca España" (que tanta rechifla produce, por otro lado). Líbrenme los cielos de ser el típico votante botarate que no ve mal en los suyos: de hecho yo no tengo equipo ni de fútbol ni de políticos. Pero hay cosas que me tocan en lo más profundo del escroto y no por nacionalismo sino por justicia. Que incluir el español como parte fundamental de España es un insulto a las demás lenguas autonómicas según los de las tribus nacionalistas ya nos lo esperábamos. Pero fíjate tú que las academias de la lengua de los países hispano-hablantes han puesto el grito en el cielo: que eso es menospreciar a los otros 22 países que usan el español, que si la idea es un desprecio al carácter global de la lengua. Que en vez de Marca España debería ser “Marca Panhispana”. Solo les ha faltado decir que volvemos al colonialismo. Y digo yo que qué tendrán que ver los cojones para comer trigo.
A ver, lo que me parece a mí es que España tiene mala fama y esto a lo que huele es a desprecio al país que les dio la lengua, amén de otras cosas. Entre nuestros queridos enemigos anglosajones primero, los mismos habitantes de Latinoamérica después y nuestra incapacidad secular para replicarles, hemos creado esa imagen histórica sesgada, simplista y para idiotas de la España cruel, avariciosa, ladrona, conquistadora y fanática que destruyó prácticamente ella sola a miles de civilizaciones que estaban allí de buen rollito en América. La Leyenda Negra, se llama. Ayer leía yo a una ciudadana colombiana que acababa de hacerse un test de ADN para conocer sus ancestros y se maravillaba, oh sorpresa, de tener un 90% de sangre “del sur de Europa” y solo un 10% de sangre nativa. Descubrió entonces nuestra querida e ignorante amiga que la inmensa mayoría de sus paisanos no son sino hijos de españoles e indios (¿pero en qué quedamos? ¿No los habíamos matado a todos para robarles el oro? Ah no, eso fue en la América del norte, donde no quedan prácticamente rasgos nativos en la población. Ahora vayan a Ecuador o a Perú y me cuentan).
Y si creen que esto es una paranoia mía, solo tienen que darse una vuelta por internet y leer el sentir mayoritario hacia España en Latinoamérica, donde el pasado nativo se agiganta e idealiza mientras se reniega de todo lo español. Cuando llega el 12 de octubre no les quiero ni contar. Una verdadera pena.
Por supuesto que de todo hay y que gilipollas y pendejos los hay en todos los barrios pero lo siento por mis amigos del otro lado del charco: les guste o no, lo que hablan es el español. Con todas sus maravillosas variantes que lo hacen el idioma más bonito del universo (después de la música), según mi humilde opinión. ¿Qué hay de malo, me pregunto, en que un país considere a su lengua como parte de su legado al mundo, como pieza fundamental para "mejorar la imagen del país en el extranjero y entre los propios españoles" (ese es el objetivo, inalcanzable, de la Marca España)? ¿No se enorgullecen los ingleses del inglés? Seguro que sí. Y ello no les impide haber votado como mejor obra de la literatura universal al Quijote, lo que les honra. Es que lo uno no quita lo otro.
Por supuesto que el español es patrimonio de todos los que lo hablan, y del mundo mundial, faltaría más; y por supuesto que hay más hablantes del español fuera que dentro de España. Pero todo ello no quita el hecho impepinable de que el español se originó en y se exportó desde España. Eso es un hecho y no lo va a cambiar ni el número de hispano-parlantes en América ni el odio o el desprecio de nadie.
Y ya que no estamos los españoles sobrados de cosas de las que enorgullecernos últimamente, hagan el favor de reconocernos esto, aunque sea. Que lo uno no quita lo otro.
Rafael Simon | Miércoles, 28 de Febrero de 2018 a las 09:49:57 horas
Estoy de acuerdo contigo. Hace tiempo que estoy orgulloso de ser español y nuestro idioma es un obsequio para la humanidad. No se puede medir la historia desde el meapilismo marxista actual. Nosotros conquistamos, pero también amamos, nos mezclamos con los conquistados y generamos nuevas oportunidades. Otros solo robaron y exterminaron pero la leyenda negra solo es nuestra. En fin, cosas de idiotas contemporáneos. Enhorabuena por el artículo. Rafa Simon. Compañero columnista.
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