En lo profundo

Normalmente hasta que no pasa un cierto tiempo, no conoces a una persona, un lugar, una práctica, una ideología, etc. La política es, entre otras cosas un arte para conciliar intereses, y entiéndaseme bien, pasada la época de la impunidad, aquellos que tengan culpa que cumplan con la justicia, se trata de negociar entre los diferentes actores lo mejor para los intereses en este caso de nuestra ciudad. Para ello se confrontan ideas, se debaten y como en cualquier reunión, pueden surgir tensiones, fruto, siempre de un precepto, tu idea es mejor que la del otro, sin llegar a más, hasta ahí, todo normal.
La democracia, este sistema político que nos hemos dado, el más perfecto imperfecto donde la soberanía reside en el pueblo y este tiene el derecho a elegir sus gobernantes, nos hemos dotado de separación de poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Además, estamos en una comunidad autónoma bilingüe y en su estatuto dice en el artículo 6.2: ”el idioma valenciano es el oficial en la Comunidad Valenciana, al igual que lo es el castellano que es el idioma oficial del Estado” y el 6.3 dice: “La Generalitat garantizará el uso normal de las dos lenguas y adoptara las medidas necesarias para asegurar su conocimiento”.
Todo esto viene a cuento, que hoy un asesor de Compromís, aquí en Alicante, ante una noticia de unos compañeros de partido, Ciudadanos, quejándose de que había señalética de tráfico escrita solo en valenciano y anunciando que, si no se añadía el castellano, acudirían a los tribunales. No estaban amenazando ni con una guerra, ni con represalias físicas, estaban utilizando los mecanismos que nuestra democracia ofrece cuando uno cree atropellado sus derechos, bien pues este asesor, les recrimina “valencianofobia”, palabra nueva y hasta ahora desconocida y, aquí es donde yo levanto la voz, “extremismo ario”.
Creo que, casi todo es válido en la crítica política, excepto desde mi punto de vista, la crítica personal y familiar, así como utilizar, en una zona donde existe tranquilidad lingüística y de convivencia, símiles que nos remontan a una época muy oscura de Europa y que nada tienen que ver con la realidad actual. Además, debo recordar como en un pleno reciente, una concejala de gobierno a una interpelación nuestra utilizo, algo similar, el portavoz de Compromís en su respuesta le reprocho la utilización de tal referencia.
No creo que lo vaya a hacer con nosotros, creo que en lo profundo de Compromís está la imposición lingüística, que su apariencia de moderación es eso, una falsa apariencia con el fin de atraer votos para llevar acabo su política calcada, a la catalana, de inmersión lingüística. En lo profundo de Compromís está el desprecio a áquel que no piense como ellos, solo ha hecho falta una subida en una encuesta para obtener la respuesta que hemos leído hoy. Pensad que podría pasar mañana.
* Antonio Manresa es Portavoz adjunto de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante
Jose | Martes, 20 de Febrero de 2018 a las 10:39:02 horas
Totalmente de acuerdo con el Sr Manresa. En Compromís son sectarios por naturaleza. O conmigo o contra mí. Son sus genes
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