Miedo y rencor

"Saca la viga que tienes en tu ojo antes de intentar sacar la mota de polvo que tiene el de tu hermano” (Lucas 6:42). Resulta paradójico ver como el Partido Popular da lecciones de honestidad y se erija como la gran alianza de los ciudadanos contra la corrupción, mientras un día sí y otro también aparecen relevaciones que destapan cada vez más su entramado corrupto.

Una mierda, y disculpen si les atormenta mi vocabulario, que, en lugar de limpiar, echan a un lado e intentan hacer creer que su casa está impoluta comparada con las demás. Atacan a Ciudadanos con la corrupción, sacando a relucir una presunta financiación ilegal del partido de Albert Rivera amparándose en el testimonio de ex afiliados naranjas en la comisión de transparencia de los partidos políticos en el Senado creada por y para el PP. Recurso instituido, para disimular la deshonestidad de M. Rajoy y su pandilla. Una comisión, que solo sirve para tirar el dinero de los contribuyentes, aunque más vale desperdiciarlo que robarlo, como hacen algunos de los de la gaviota.

Partido Popular, que ha visto en los afiliados resentidos de Ciudadanos, su mayor aliado. Ya lo he repetido en más de una ocasión, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Unos ex militantes, a los cuales conocemos bien en la Comunidad Valenciana… que, ante la imposibilidad de convertir Ciudadanos en su jardín particular, y no poder comerse un trozo del pastel cuando ya venían con la boca hecha agua y el plato entre las manos, atacan al proyecto que vieron nacer por mero egocentrismo, envidia y revanchismo. No confiasteis en mi… Pues mi furia recaerá sobre vosotros. He tenido la suerte, o no sé si la desgracia, de compartir cafés con algunos de los que hasta hace poco vitoreaban a Rivera y ahora le clavan el puñal como si lo pasado nunca hubiera sucedido. Todos siguen el mismo modus operandi, critican, despotrican, calumnian y se dejan llevar por pasiones como el resentimiento. No solo arremeten con argumentos políticos mostrando sus discrepancias ideológicas, sino que algunos también atacan de forma personal a los altos cargos del partido. Colmados por sus ansias y enrabietados por el rencor, se olvidan de que detrás de esos políticos hay personas. Sus argumentos, carecen de validez, todas sus críticas son destructivas, no constructivas. Testimonios subjetivos, maquinados por el sentimentalismo, no por el sentido común abanderado por la razón. 

Estructura, la de Ciudadanos, que el Partido Popular se ha empeñado en desplomar cueste lo que cueste. Les da igual hacer el ridículo, intentaran lo que sea para coartar el empuje de la formación naranja. Han perdido los papeles, creo que también los de Bárcenas. Gastaran todos los recursos a su alcance para frustrar el proyecto encabezado por Albert Rivera. Por primera vez en mucho tiempo, tienen miedo, han pisado tierra y por fin sus pies están en el suelo. Ya no son inamovibles, ahora existe un partido que puede fagotizar al PP, la baza con la que tantos años han contado de ser el único proyecto que representaba a la derecha moderada se ha desvanecido. Han visto como el partido bisagra que no iba a durar ni dos telediarios, encabeza la mayor parte de las encuestas. A la desesperada, han sacado la artillería pesada para derrotar a la naranja mecánica jugando sucio e intentando que la justicia haga las labores que tendría que hacer Rajoy. Al igual que con el problema catalán, el señor M pretende buscar trapos sucios a Ciudadanos para que el poder judicial desmonte a su rival. En lugar de hacer política, hacen “justicia”.