Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
Ave Cesar Pablo

El consejo de sabios de la casa Morada reflexionaba sobre los acontecimientos acaecidos en el último año. D. Iñigo, el eterno infante y profesor resuelto, leía un informe donde explicaba la crisis y la pérdida de votos de los últimos meses con el colofón de las catalanas.
Cuando levantaba la vista por encima de las gafas para mirar a los representantes de su organización, miraba de reojo a todos y pocas veces y con algo de miedo a su líder, D. Pablo, el Magno Coletado. Éste, se revolvía incomodo en su silla presidencial, igual a las de todos en apariencia pero colocada al frente de la larga mesa dando la sensación real de que estaba a más altura, cosa que probablemente fuera así.
D. Iñigo, con voz clara y nítida de un púber y la contundencia de profesor adelantado con su imagen de eterno colegial que tan buena renta le había proporcionado con sus votantes explicaba de pie, con irregular atención de sus oyentes de coloridas camisetas y extraños tocados, los motivos por los que a su juicio se habían perdido tantos votos, omitió aunque lo tenía muy presente en su día a día y en su noche a noche también, la defenestración que el mismo había sufrido de manos de su otrora amigo y actual jefe coletado en "Vistalegre II" , que supuso su posterior reciclaje en la Comunidad de Madrid apartándole con violencia de la Élite Directiva del Polit Bureau.
El profesor aniñado, recordó el mal resultado de las elecciones catalanas y la caída en todas las encuestas. Habló también de la relación fatal con los periodistas como una de las causas, comentó seguido sobre la queja de un grupo de periodistas a la Asociación de la Prensa de Madrid diciendo que se sentían acosados y presionados por el equipo directivo de los Podemitas, encabezados por D. Pablo Iglesias como más agresivo exponente. Esta declaración había corrido como pólvora por toda la prensa y como la electricidad por todas las redes sociales.
Los periodistas se estaban organizando en contra de la casa Morada, los que hasta entonces habían sido aliados de la nueva corriente, reconociendo que su éxito fue sin duda por la imagen periodística de D. Pablo, ahora todo había cambiado, decían pestes de la nueva formación. La imagen pública de D. Pablo, el Magno Coletado se había resentido arrastrando con ella a su partido.
El pequeño profesor miró al Magno directamente y se atrevió a decir;
" Pablo, nuestra imagen ha cambiado, es mucho peor que antes, no transmites tolerancia, llevas sin hacer declaraciones desde hace meses porque generas desconfianza y la prensa te teme. Pablo, la situación hay que arreglarla".
Se creó un silencio largo, pasaron ángeles, demonios, fantasmas y ectoplasmas.
D. Pablo miraba fijamente a D. Íñigo, finalmente, con un gesto indulgente de su diestra, el Coletado indicó al profesor niño que se sentara. Se levantó el mandamás con resolución y miró a su dócil público para terminar diciendo;
"Yo no lo veo como tú, yo tengo la seguridad que para nada he maltratado a la prensa, no se a lo que te refieres Iñigo, lo que si veo y oigo son las quejas de muchos de nuestros compañeros y compañeras sobre el trato que reciben de los medios. Lo que es evidente que no jugamos con las mismas reglas que PP, PSOE o Ciudadanos. Es lógico que los aparatos mediáticos del poder nos den duro. Ya sabíamos antes del partido que el árbitro está comprado, "tenemos que ganar pite quien pite" porque en el fondo nos importa un pito quien pite mientras que el pito al final lo termine pitando yo... ".
El Sr. Errejón no lo podía creer, la gente repetía y escribía en los teléfonos, "ha dicho pite quien pite, que profundo...", le fastidiaba mucho como con frases chorras su antes amigo reconducía las situaciones, no era la primera vez. Era hábil sin duda. El Jefe coletado se dio cuenta de la actitud de D. Iñigo e intentó suavizar su discurso diciendo;
"Creo que es muy importante que distingamos entre los propietarios de los medios de comunicación y los trabajadores de los medios de comunicación que tienen que llenar la nevera todos los meses en condiciones muy difíciles y que trabajan en condiciones de enorme precariedad y vulnerabilidad. Y no les podemos exigir que se enfrenten a sus jefes y que arriesguen su puesto. Creo que en esto, muchas veces nos hemos equivocado en el pasado y que tenemos que saber rectificar. Hay que hacer autocrítica y yo la tengo que hacer el primero".
Todos salieron de la estancia comentando; "pite quien pite" y que la relación con los medios era por culpa de los malvados propietarios de los periódicos que eran fachas y de derecha y había que liquidar.
D. Iñigo hablaba en un rincón con un dirigente madrileño;
"Pues ya podría aplicarse el cuento Pablo, dentro de nuestro partido, los que somos vulnerables y precarios somos el resto, los que nos hemos atrevido a criticarlo nos ha fulminado y los que no lo hacen es porque quieren seguir cobrando los sueldos y prebendas, nos pasa lo mismo que a los periodistas...".
El Jefe del Polit Bureau pasó entre el profesor niño y el compañero madrileño, pasó raudo, sin mirarlos ni verlos y sin saludar por supuesto. "Ave cesar" pensó Íñigo...
* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...














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