Del Sábado, 04 de Octubre de 2025 al Jueves, 30 de Octubre de 2025
Problemas escondidos

No paro de leer en los medios, el mantra que repite una y otra vez que el partido al que mejor le ha venido el problema catalán es Ciudadanos. Y no lo voy a negar, porque electoralmente, la formación naranja está subiendo como la espuma en las encuestas. Pero Albert Rivera no es el único beneficiado por su labor respecto a la situación secesionista. Mariano Rajoy también ha visto en el episodio independentista una perita en dulce con lo que poder aumentar su crédito.
Con la aplicación del 155 por parte del Gobierno central, eran muchos los medios, ya fueran conservadores, liberales o progresistas, los que alababan la gestión que el Presidente de Gobierno había hecho del desafío secesionista. El que para hace poco era un nefasto gobernante inmovilista y con horchata en las venas, ahora se erigía como un sabio estratega político. El tiempo, una vez más ha acompañado a Rajoy, sabedor de cómo se deben gestionar los compases, esperó al momento oportuno para pasar de villano a héroe a golpe de 155. Con el enfrentamiento entre el Estado y los independentistas, este se libraba de dar explicaciones de otros asuntos como la corrupción, la precariedad laboral o las pensiones. Salvar a la patria era lo más importante. Como hicieron otros gobernantes, Rajoy encontró en Cataluña el enemigo común de todos los españoles y consiguió tapar sus errores pasados. Los asuntos prioritarios pasaban a ser secundarios, y lo que antes no le importaba a nadie, los lloros de un grupo de rebeldes catalanes recelosos de Madrid, se trasformaba en lo preferente.
Que Rajoy haya gestionado “bien” el asunto de Cataluña no le convierte en buen Presidente de Gobierno. Para que este sea recordado como tal, como un político modélico, hay que echar en la balanza los aciertos y los errores que este ha cometido. Por muy bien que se haya desenvuelto a la hora de atajar el motín secesionista en el barco constitucionalista, si al final de su mandato la balanza se inclina por el lado de sus errores, este no será tan buen político como cuentan las leyendas escritas en columnas periodísticas.
Mientras muchos aplauden a Rajoy por su gestión en el conflicto secesionista, la mayoría de los actuales y futuros pensionistas rezan para que los números cuadren y poder cobrar la paga correspondiente. O, jóvenes trabajadores, con contratos precarios bimensuales y ganando una miseria, hacen lo propio. Ruegan no solo por su futuro, sabedores de que no cobraran pensión, sino también por su ahora, por su presente, cruzan los dedos para encontrar un trabajo estable y digno. Mientras Rajoy mira hacia Cataluña, en España, a la que también pertenece esta región, por si había alguna duda, no está para tirar cohetes.
Puede que muchos me acusen de demagogo al leer estas líneas, o quizá otros más atrevidos me localicen por twitter y me insulten sin complejos. Pero es así, esto no es demagogia, no es un cuento chino, es la realidad. Porque España está formada por 17 Comunidades y 46 millones de habitantes. Hay vida más allá de Cataluña.
* Imagen: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conversa con la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; y con el presidente del Senado, Pío García Escudero,durante los actos conmemorativos del Día de la Constitución. (Pool Moncloa / Fernando Calvo)













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