Limpieza: un informe oculto

Hace unas semanas se produjo un cambio en la Concejalia de Limpieza Viaria, un cambio importante, al responsable político del área entonces, Víctor Domínguez, discutido por su gestión al frente de dicha Concejalia,  le “obligaron” a dejar paso a su jefe de filas, el “todopoderoso” Miguel Ángel Pavón, vicealcalde, concejal de Urbanismo, Imagen Urbana, Vía Publica y ahora Limpieza Viaria: como siga así despoja a todos sus compañeros de  sus funciones. La verdad es que se podría decir que Imagen Urbana puede tener alguna relación con la nueva función adquirida, pero es una bondad, nada que ver con la realidad que ahora explicaré.

Está claro que el cambio de titular no está dando sus frutos. Es más, vamos andando como los cangrejos, dando la espalda a la realidad. Esta misma semana, en la junta de distrito Número 1 se hablaba de ratas campando a sus anchas por la zona (C/Padre Mariana y C/Pintor Murillo). El cambio, el tan cacareado cambio no está siendo lo mejor para esta ciudad y esto no es desear que vuelva el pasado sino que mejore el presente y mejore el futuro.

El relevo de Domínguez por Pavón saca a luz muchas carencias de gestión: en este caso, está claro que la valoración en la Concejalía de Limpieza, y podríamos hacerla extensiva a todo el gobierno municipal, es mala o muy mala desde nuestro punto de vista. Saca a la luz, como decía y aunque parezca una contradicción, el oscurantismo, la falsedad, la artimaña y la confusión del quehacer en este área clave, y háganlo extensivo al resto del tripartito. Recordemos por ejemplo los contratos de comercio, ¿dónde estaban en el portal de transparencia? Es todo un despropósito.

Decimos esto porque hace unos días “descubrimos” que en el 2016, se realizó una auditoría por parte de la empresa adjudicataria sobre el absentismo laboral, asunto que Domínguez negó en pleno ante las preguntas del grupo municipal de Ciudadanos. Se trata, cabe recordar, de la auditoría que se recoge en el propio pliego de condiciones. Se han publicado las cifras del absentismo en un medio y lo que se deduce es una dejación  importante por parte de la empresa participada, entre otros, por Enrique Ortiz, ya que dichas tasas duplican lo que se firmó en el contrato. Todo esto repercute en la limpieza de la ciudad y la percepción que tenemos todos los alicantinos. Y sobre todo supone un flagrante incumplimiento de la contrata, cuestión grave, pero hay que añadir que se ha mentido en el pleno no solo a este grupo municipal, Ciudadanos, sino a todos los vecinos a los que representamos: la cosa es muy seria; por la boca muere el pez cuando se presume de coherencia.

Hay que añadir otro factor importante como es la batalla interna en la propia coalición de gobierno, el tripartito (ahora en la cuerda floja, flojísima), y en Guaynar. ¿Cómo es posible que con el cambio del concejal, aflore de repente un informe de enero a junio sobre absentismo en 2016? Este hecho deja a los pies de los caballos al anterior concejal, Víctor Domíngez, y nos evidencia batallas internas en el seno de su formación política.

La salida a la luz del informe, desde nuestro punto de vista, no es solo una muestra del desconcierto que es la Concejalia de Limpieza, es además una muestra de cómo funciona internamente el tripartito. El tiempo va pasando y tenemos todavía por delante año y medio, auguro mucho sufrimiento para la ciudad. El enroque de los tres portavoces del tripartito no presagia nada bueno… solo al final del túnel está la luz, aquí es el desconcierto.

* Antonio Manresa es portavoz adjunto de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante.