La sutura de heridas artificiosas

Oigan ustedes, echo de menos que alguien se dirija a todos y nos hable, algo de eso vi en Felipe VI el otro día pero no ha habido ningún otro discurso institucional de nuestros dirigentes, tienen pudor. Me hubiera gustado oír algo parecido a lo que sigue...

Personas libres y libre pensadores de nuestra nación, deben de saber que estamos en las fases preliminares de una de las grandes batallas de la historia de España y de Europa. En esta crisis, que nos atropella, nos rodea, nos confunde y tanto nos preocupa, solo puede haber un sentimiento nítido y honesto; la reconstrucción política, la reconciliación social, la sutura de heridas artificiosas en sus causas pero reales y muy sangrantes en sus efectos. Para conseguir esto, es preciso el análisis de nuestros errores y la convicción, seguido del valor de ejecutar los cambios necesarios que permitan vivir en hermandad y sosiego. No hay cabida para la venganza en ningún sentido, no es el momento si lo que queremos es construir. Este deseo debe de realizarse con respeto y con mirada al futuro, sin ceremonias a la galería, sin publicidad engañosa, Churchill ya lo dijo "No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor".

Ante nosotros se levanta  una prueba de difícil y penosa solución. Se adivinan muchos y largos años de esfuerzo y sufrimiento. Si se preguntan cómo debería ser la política, les diré que es hacer cumplir la ley a todos por igual, castigar al corrupto y al delincuente sin saña y no perder la capacidad de escuchar al diferente. Uno solo nunca tiene la razón completa, cada parte tiene sus razones pero eso no justifica jugar con cartas marcadas, con atajos, con mentiras con imposición delincuente. Hay muchos puntos de vista pero solo hay una única verdad y esta acaba saliendo siempre aunque se intente silenciar. Así debería ser nuestra política y así deberían ser nuestros políticos. Por esto, cuando voten, busquen estas formas en el elegido. La otra pregunta que deben hacerse, es cuál es nuestro sueño... Nuestro sueño solo puede ser la Paz, la convivencia sin exclusiones que permite interactuar entre todos para conseguir un futuro mejor. Parte de esto lo hemos vivido en los últimos años, aunque fuera a rachas, aunque haya sido con imperfecciones  y reconocerán conmigo que cuando así nos comportamos, obtuvimos una de las eras de mayor crecimiento y prosperidad que se recuerda. ¿Por qué entonces buscar otras fórmulas?

Paz a toda costa, Paz a pesar de todo el terror que se avecina, largo y duro será el camino, porque, sin Paz no hay vencedores, solo hay vencidos. Tengan esto por cierto, los españoles  avanzan hacia su objetivo y este, no se puede obtener permaneciendo neutros y sin movimiento, estar quietos no es mejor. Yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza, les pido a ustedes que asuman la suya conmigo. Estén convencidos que para mejorar deben definirse, decir lo que piensan y actuar, por todo eso les conmino a ir juntos adelante con nuestras fuerzas unidas y sin fisuras, nuestro hoy definirá el futuro y no deben renunciar a escribirlo ustedes o se lo escribirán otros.

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...