La oposición, incrédula, por el paso atrás de Compromís para mantener a Echávarri

La Sede Universitaria Ciudad de Alicante, en la céntrica avenida de Ramón y Cajal, acoge el jueves el solemne acto de la firma del acuerdo entre Compromís y el PSPV-PSOE que "sienta las bases para la refundación del Pacto de Gobierno".

La rimbombante denominación que se le ha dado al acuerdo es sobre todo un salvoconducto para que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, pueda permanecer en la Alcaldía al menos durante dos meses más, un tiempo en el que se deberían aclarar los dos procesos judiciales en los que está inmerso el primer edil. Si se complica su situación, y se le abre juicio oral, Compromís y PSOE se volverían a replantear el acuerdo.

La oposición municipal: PP y Ciudadanos, ha acogido la noticia del pacto con una mezcla de incredulidad e indignación, puesto que hace un mes la ejecutiva de Compromís aprobó que su continuidad en el gobierno municipal pasaba "inevitablemente" por el relevo de Echávarri en la Alcaldía (en la imagen). El pacto es contemplado como un paso atrás de la formación nacionalista.

El portavoz del PP, Luis Barcala, explica de forma gráfica la situación en la que queda el alcalde: "me recuerda muchísimo a ese yogur caducado que todos tenemos en la nevera y nadie se atreve a tocarlo. Nadie se atreve a comérselo y un día, cuando necesitas espacio, lo coges y lo tiras a la basura".

Sobre la refundación del pacto de gobierno Barcala afirma: "cuando hablan de refundaciones a mi me suena a ciencia-ficción y a la trilogía de Isaac Asimov 'Fundación', 'Fundación e Imperio' y 'Segunda Fundación'".

LA ÉTICA Y LA ARITMÉTICA DE COMPROMÍS

Por su parte, la portavoz municipal de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, considera como "una falta de seriedad absoluta la marcha atrás de Compromís después de llevar dos semanas exigiendo machaconamente la dimisión de Echávarri como condición imprescindible para mantener su pacto de gobierno con el PSOE".

"El señor Bellido ha claudicado poniéndose, una vez más de perfil, y rectificándose a sí mismo, es decir, donde dije digo, digo diego", explica Giraldo.

En Ciudadanos se muestran perplejos por el plazo de dos meses que le da Compromís a Echávarri, "un argumento cuando menos peregrino después de la contundencia que venían expresando al reclamar su dimisión".

"Se han hartado en Compromís en proclamar que entre la ética y la aritmética, se quedan con la ética, que ahora lo van a tener muy dificíl para explicar este cambiazo, máxime cuando son los adalides de las prácticas de buen gobierno", apunta.

"Lo que de verdad nos preocupa en Cs es que la política municipal sea rehén de este tipo de bandazos y de juegos de malabaristas y que la gestión cotidiana del Ayuntamiento, lo que realmente importa a los vecinos, se sitúe en un segundo plano", concluye Yaneth Giraldo.