¿A que me entienden?

- Si Suarez levantara la cabeza..., dijo Ambrosio.

- De qué Suarez hablas?, dijo Godofredo, desconcertado.

- ¿No te lo imaginas?

- Pues, no

Si no supiéramos a quién se refiere el primero y a quién no reconoce el segundo, pensaríamos que estamos ante un diálogo de sordos.

Pues bien, escuchamos a menudo en la radio o en la tele que no se va a celebrar porque es ilegal, dicen que ya pueden ponerse como se pongan, que no. Y añaden que tiene que imperar la ley, que es igual para todos.

Entonces, ¿por qué, algunos dicen que no se va a cumplir la ley, que no se van a acatar las sentencias del Tribunal Constitucional ni del Tribunal Supremo? Si en este caso no supiéramos de qué va, no entenderíamos nada.

Pero sí sabemos de qué va, este asunto ya no pasa desapercibido para nadie.

Y si no se celebra, que no se va a celebrar si se cumple la ley ¿qué pasará el día después? Esto es lo más importante. Este asunto no se puede cerrar en falso. Hay que buscar soluciones que agraden a las partes, a todas las partes. Si no se estará trasladando el problema para dentro de unos años.

Hace falta mucho diálogo, buena comunicación y aportar soluciones concretas de consenso.

¿A que sin nombrar a nadie, me entienden? El idioma español es tan expresivo, que todo se entiende si tu interlocutor tiene la voluntad de entenderte. Y como dijo el Rey Juan Carlos en una ocasión, "hablando se entiende la gente". Pues ya saben lo que tienen que hacer.

*Pascual Rosser Limiñana es escritor en su tiempo libre, autor de tres libros, el último una novela corta titulada "Azul, verde, turquesa".