Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
PLAYAS
Ante una picadura de medusa, nunca echar agua dulce

Entre el 5% y 10% de las playas del Mediterráneo español presentan una abundancia de medusas por encima de la media. El investigador de la Universidad de Alicante César Bordehore estudia cómo reducir las poblaciones de medusas y las picaduras.
El investigador del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio "Ramón Margalef" (IMEM) de la Universidad de Alicante, César Bordehore, explica que se ha detectado que en algunas playas hay una tendencia al aumento de medusas. Este experto confirma que entre el 5 y 10% de las playas del Mediterráneo español presentan una abundancia de medusas por encima de la media. "En estos casos, estamos estudiando cómo reducir las poblaciones de medusas y también la incidencia sobre las personas, es decir, evitar cuantas más picaduras mejor", explica Bordehore.
Ante una picadura de medusa lo principal es eliminar los restos de tentáculos con unas pinzas o una tarjeta plástica, sin frotar, y realizar lavados con agua de mar. "Nunca utilizar agua dulce", advierte este experto de la UA, quien añade que "una vez bien lavada la zona, si tenemos acceso a calor, se puede aplicar a unos 40-45ºC durante 10-20 minutos".
Si el bañista tiene algún síntoma sistémico como Bordehore, dolor de cabeza o articular, alteraciones del pulso o de la presión sanguínea o hinchazón es importante acudir a los servicios médicos.
Las especies más comunes en la costa mediterránea española son la Bordehore luminiscente (Pelagia noctiluca) de color rosado rojizo, semiesférica, con cuatro brazos orales gruesos y ocho tentáculos marginales de hasta dos metros de longitud; y la Acalefo azul (Rhyzosmoma pulmo) con umbrela acampanada de color blanco azulado y ribete de color violeta, ocho brazos orales gruesos de color blanco azulado.
MEDUSAS RESIDENTES
En el grupo de medusas "residentes" está la Avispa de mar (Carybdea marsupialis), presente en aguas poco profundas, de forma cúbica y color transparente azulado o blanquecino con cuatro tentáculos largos; y la Medusa cruz (Olindias phosphorica), hidromedusa transparente con cuatro líneas radiales blancas opacas. Con una umbrela rodeada de pequeños tentáculos de color azul o burdeos, "no se observan enjambres extensos en esta zona pero puede ser muy abundante localmente", detalla el investigador de la UA.
Las picaduras más fuertes y urticantes corresponden a las de la Medusa luminiscente o, la Avispa de mar y la Medusa cruz. "La Carabela Portuguesa (physalia physalis), que tiene una parte que flota sobre el agua, es poco frecuente en nuestras costas pero es sin duda es el ejemplar más peligroso. Si la viéramos hay que alejarse rápidamente ya que los tentáculos pueden estar presentes en sus inmediaciones en un radio de más de 10 metros", advierte Bordehore.
"Por esta zona no tenemos presencia de especies peligrosas de las que tengamos que preocuparnos, de hecho, el Mediterráneo es uno de los mares a nivel mundial donde las medusas son más "inofensivas". En zonas tropicales podemos encontrar especies que generan graves efectos sobre la salud como la medusa Irukandji, diminuta y mortal en la zona del SO del Pacífico", explica desde el IMEM César Bordehore.
Gracias al proyecto europeo LIFE Cubomed, liderado por el IMEM y el Instituto de Ciencias del Mar– CSIC, se han recopilado datos de picaduras de más del 70% de los 1.200 puestos de socorro que existen en la costa mediterránea y, apunta Bordehore, "hay entre un 5 y 10% de puntos negros que deberían estudiarse para realizar un diagnóstico y ver si se puede reducir la presencia de medusas y reducir el contacto con bañistas".
"Hay que tener en cuenta que las picaduras de medusas hay que evitarlas siempre, sean débiles o dolorosas, ya que el cuerpo puede sensibilizarse tras varias picaduras y provocar reacciones alérgicas permanentes. Hemos detectado y publicado en una revista médica el efecto sobre una paciente a la que una picadura de medusa le generó una alergia permanente a Anisakis y a gambas lo que le condiciona su alimentación de por vida", añade.
En la web del proyecto Cubomed en el que participa la Universidad de Alicante puede descargarse la "Guía de identificación y tratamiento de picaduras de medusas".
*Imágenes: Medusas más comunes y urticantes del Mediterráneo español: Medusa luminiscente (pelagia noctiluca), Avispa de mar (carybdea marsupialis) y Medusa cruz (olindias phosphorica).














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