El Paseíto Ramiro es menos Paseíto Ramiro

El Paseíto Ramiro de Alicante ha ido sufriendo desde hace décadas un lento e inexorable declive. Poco se parece ya al paseo romántico de finales del siglo XIX que contribuyó a embellecer una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, frente a la playa del Postiguet. La decadencia del Paseíto Ramiro continúa estos días.

Las fuertes rachas de viento registradas en Alicante el pasado domingo provocaron la caída de uno de los dos enormes ficus tan característicos del paseo. El ejemplar ha tenido que ser podado por el Ayuntamiento de Alicante para facilitar su retirada. Quizás, como algunos de los residentes de la zona han dicho, el consistorio debería haber podado el ejemplar hace años para evitar su caída. Ya es tarde.

El Paseíto Ramiro ofrece ahora una imagen distinta, despejada y vacía, con el tronco del impresionante ficus emergiendo a un lado, como si fuera el resto de un naufragio varado en la playa y azotado por las olas.

El declive que ha ido sufriendo el Paseíto Ramiro de Alicante con el paso de los años tiene su ejemplo más sangrante en la reforma que en la década de los 90 realizó el Ayuntamiento y que cambió por completo su aspecto al eliminar su carácter de paseo romántico por un disparatado proyecto en dos niveles. Aquello fue un verdadero dislate. Pero no fue el único atentado contra el Paseíto Ramiro. Antes, en 1975, se levantó en uno de sus lados el mamotreto que hoy es la Biblioteca Pública. Es difícil encontrar en Alicante una zona peor tratada. El Paseíto Ramiro es cada vez menos Paseíto Ramiro. Como ya se dijo en estas mismas páginas le han ido quitando la dignidad.