Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
MUSEO ARQUEOLÓGICO
Llega al Marq una lápida con una misteriosa dama vestida con túnica y velo

Una valiosa pieza datada en época medieval ha llegado al Museo Arqueológico de Alicante (Marq). Se trata de una lauda funeraria del año 1448, localizada en unas obras en las inmediaciones del Paseo Marítimo de Altea. Una misteriosa dama con túnica aparece en el centro de la lápida.
La pieza medieval se ha depositado temporalmente en el Marq hasta que los técnicos confirmen su origen y se dictamine cuál será su ubicación definitiva. La lápida data del reinado de Juan II de Castilla, entre los años 1406 y 1454, y es un hallazgo "excepcional" dado lo poco común de este tipo de enterramientos, según han explicado el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, y el director técnico del Museo Arqueológico de Alicante, Manuel Olcina.
Los especialistas han iniciado ya los trabajos de investigación para determinar su origen, aunque todo apunta a que procede de León y podría haber pertenecido al claustro del Monasterio de San Julián y Santa Basilisa de Ruiforco, panteón de los Reyes de León, en la actualidad desaparecido.
La pieza es de gran grosor (mide 1,37 de longitud por 0,92 de anchura) y en su centro se distingue la figura de una dama, vestida con túnica y tocada con velo, que reposa con el rostro frontal y los ojos cerrados. La misteriosa dama lleva entre sus manos un cartel incompleto con la leyenda “Miserere mei [deus secundum] magnam miseri [cordi…]”.
HISTORIA DEL HALLAZGO
La pieza fue encontrada en el jardín de una urbanización durante las obras de ampliación del paseo marítimo de Altea. La lápida se encontraba junto a la piscina y según explica la Conselleria de Cultura, perteneció a Inés Álvarez, mujer del caballero Rodrigo Alonso del Toral de Lope, que procede de la provincia de León.
La lápida fue estudiada en su día por el catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, Carlos Sáez, quien publicó sus resultados en la revista "Archivos Leoneses" en 1988. La pieza, al parecer, se encontró semienterrada a orillas del río Torío, al norte de León. Según las investigaciones pudo pertenecer al desaparecido monasterio de San Julián y Santa Basilisa en Riuforco, panteón real de algunos reyes de León hasta que Alfonso V trasladó las tumbas a la cripta de San Isidoro, de la catedral de León.
Según ha explicado esta tarde la Conselleria de Cultura, la Generalitat ha informado a la Junta de Comunidades de Castilla y León. ¿Cuál será el lugar definitivo en el que se deposite esta misteriosa pieza medieval?
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