La historia de éxito de Pablo

Esta es una historia de éxito. Acostumbrados a noticias del tipo: “Un fulano vende su empresa de aplicaciones a Facebook por tropecientos millones de dólares”, podría parecer que todo lo que no se aproxime a esas cifras y a esas grandes empresas no es un éxito. Podría parecer.

Pablo Niñoles es un alumno de Ingeniería Multimedia de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante (UA) que participó en marzo en el programa “Imagine Express 2014“. Cuentan desde la UA que se trataba de un concurso de aplicaciones móviles que se celebra en tres ciudades: Londres, Barcelona y París. Pablo participó junto a su grupo, Vincles. La peculiaridad del evento hacía que se desplazaran en tren entre ciudad y ciudad y cuando bajaban tenían que convencer a los inversores de las diferentes ciudades.

En Londres tuvieron solo cinco minutos para convencer a los inversores de que la idea de su equipo era la mejor. Finalizadas las presentaciones el jurado seleccionó el proyecto Vincles como uno de los cuatro ganadores. Al día siguiente los ganadores prepararon otro pitch para exponer en el Mobile World Congress. El jurado estaba compuesto, entre otros, por Audi y el CEO de la compañía Softonic.

El último evento que cerraba el Imagine Express era la presentación en el Disseny Hub Barcelona de los proyectos. Entre los asistentes al acto había varios inversores e incubadoras que podrían estar interesados en los prototipos realizados en apenas dos días por el grupo de este estudiante de la UA. Durante el evento, el Banco Sabadell nombró cuatro equipos más como finalistas para realizar otra aplicación durante seis minutos más, estando Vincles entre los elegidos.

¿Para qué le ha servido esta suerte de viaje iniciático a Pablo? El mismo lo cuenta: “Imagine ha supuesto un antes y un después para mí. He conocido a grandes profesionales, CEO’s de empresas importantes como Softonic“. Asegura, además, que ha aprendido a prepararse para exponer ante inversores y que ha contactado con dreamers de un “talento abrumador, que muestran la misma pasión por trabajar, y luchan por conseguir objetivos que siempre he perseguido yo”.

Y, quizás lo más importante, dice Pablo que ha aprendido sobre todo a trabajar en un equipo en el que cada uno tenía un perfil completamente diferente. “He vivido el ayudarnos entre los dreamers sin nada a cambio. Se ha generado una nueva familia de dreamers y de nuevos contactos. Ha sido una experiencia inolvidable”.

¿Es o no es la historia de Pablo una historia de éxito?