Samsung se toma con sentido del humor su propio reloj

Cuando Samsung presentó a principios de septiembre de 2013 en la feria IFA de Berlín su teléfono-reloj Galaxy Gear enseguida se alzaron las voces contrarias a este nuevo chisme de la multinacional surcoreana. Es lógico.

Galaxy Gear. En este mundo hay gente que se opone por sistema a cualquier adelanto tecnológico sea cual sea. En su momento hubo opiniones contrarias al mando a distancia de las televisiones porque se creía que era un aparato inútil y que no tendría futuro. (También es verdad que había dos canales en España y poco zapping se podía hacer).

El nuevo aparato de Samsung, que también se puede controlar con la voz, como las tablets y teléfonos de Apple con su sistema Siri, está pensado para que se conecte con otros dispositivos e interaccione con las cada vez más abundantes aplicaciones de tablets y smartphones.

Es posible que Samsung supiera que el Galaxy Gear generaría cierto rechazo y quizás por este motivo puso en marcha una irónica y original campaña de publicidad. Para quienes aseguran que el teléfono-reloj no tiene futuro alguno, solo tienen que ver que el futuro, al menos el que siempre ha imaginado el hombre, siempre ha estado lleno de estos artilugios. Bip, Bip...