Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
La Generalitat no debe dirigir la política turística de Alicante
La Generalitat Valenciana está a punto de asestarle un duro golpe a las competencias de la Diputación de Alicante en materia turística, una institución clave para la promoción del sector y por extensión de la propia economía provincial.
El Consell ha preparado un Decreto que cercena la autonomía de las diputaciones y centraliza en Valencia la política turística de las tres provincias. Una vez aprobado será la Agencia Valenciana de Turisme la que adopte las decisiones en materia de turismo. La cuestión no es sólo de competencias y funciones, sino también (y sobre todo) es un asunto económico, de reparto de inversiones y gastos. De dinero, que es clave para la promoción de los destinos. El 'bocado' que le va dar la Generalitat a las diputaciones tiene como respaldo legal una ley de hace más de 30 años (Ley 2/1983) por la que se declaran de interés general para la Comunitat Valenciana las funciones de las diputaciones sobre turismo.
Aquella era otra época, en la que ni siquiera se habían creado los organismos provinciales especializados como el Patronato Costa Blanca, que se ha convertido en un instrumento trascendental para el desarrollo de la política turística de la provincia de Alicante. El conocimiento exhaustivo de los destinos es clave para su promoción. Y ese asunto ha estado hasta ahora en manos de profesionales muy especializados. Lo que pretende el Consell presidido por Ximo Puig es que se coordine desde la Agencia Valenciana de Turisme la promoción turística de Alicante, Valencia y Castellón, tanto en el interior como en el exterior de España.
Y aquí está otra de de las claves. Se unificará la presencia de las tres provincias en certámenes, ferias, mercados y encuentros de carácter turístico. Y eso significa que Alicante perderá el protagonismo que tanto el sector empresarial como los profesionales se han ganado a pulso durante años con un enorme esfuerzo en inversiones y formación. Las cifras de turistas y visitantes corroboran temporada tras temporada que ese es el camino correcto, que esa es la estrategia más efectiva. Si algo saben bien los responsables del Patronato Costa Blanca es que el turismo no se puede ni centralizar ni homogeneizar, porque los destinos son diferentes.
La provincia de Alicante es el paradigma perfecto de la riqueza turística, de la variedad. Poco tienen que ver Altea y Torrevieja, Dénia y Pilar de la Horadada, Calp y Elche, Benidorm y Orihuela. Diferencias que no sólo se encuentran en los destinos, también en los turistas. Alicante reúne a una notable variedad de mercados emisores: británicos, nórdicos y alemanes requieren de un tratamiento específico, como los gallegos, madrileños o los ciudadanos que llegan de Castilla-La Mancha. Adaptándose durante décadas a esa variedad ha levantado la Costa Blanca un sector, que es sin duda una de las joyas de su economía.
Centralizar las decisiones en Valencia, unificar los destinos, alejar la toma de decisiones de Alicante, quitarle, en suma, la capacidad de decisión a la Diputación en materia turística solo contribuirá a desorientar al sector. Se corre el riesgo de perder todo lo que ha costado tanto sacrificio conseguir. La Generalitat no debe dirigir la política turística de la provincia de Alicante.
* Joaquín Núñez es director de Alicante Press.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.184