Día Miércoles, 01 de Octubre de 2025
Estrellas fugaces (estrellas fugheces)
Pase porque me haya enterado, no hace tanto como podría sospecharse, que los Reyes Magos son los padres. Pase por descubrir que los dientes que te caen, o arrancas de cuajo, no son almacenados por un ratón apellidado Pérez que deja regalos bajo la almohada. ¿Para qué iba a querer un ratón dientes? Pase por saber que el tipo gordo de rojo vestía de verde antes de que un headhunter de Coca-Cola lo reclutase o que lo que se promete en campaña electoral se vuelve a prometer en la siguiente (y sucesivas). Que no hay lámparas con genio dentro, ni manos que transforman en oro lo que tocan o que Bambi fue un bebé ciervo robado de una maternidad veterinaria vendido a la Disney. Pase porque las líneas de la mano mientan descaradamente sobre la duración de tu vida o tu éxito en los negocios o el amor, que al final viene a ser lo mismo y si no que se lo pregunten a Flavio Briatore, Hugh Hefner o Donald Trump.
Pero que cada vez que pido un deseo a una estrella fugaz puedo estar rogando, con perdón, a mierda de astronauta, ya es excesivo. Ojo que el orden importa y mucho, se trata de eso y no al revés, no es lo mismo m… de astronauta que astronauta de m..., hay sutiles diferencias y no quiero faltar a nadie que no conozca y que, quizá, no lo merezca. Me reservo para aquellos, no pocos, que lo ganan a diario. Al parecer, según un interesante reciente estudio de la NASA (para variar, totalmente cierto), lo que consideramos estrellas fugaces pueden ser estrellas fugheces. Es decir, restos orgánicos de astronauta que, una vez compactados, se arrojan al espacio y atraídos por la gravedad (y por su propio peso) entran en combustión al contacto con la atmósfera, proporcionándonos un bello espectáculo de luz al que imploramos lo que más deseamos e, inocentemente, esperamos que se cumpla sin ayuda de nuestra parte.
¡Así nos va en la fiesta! Este dato, hasta ahora silenciado intencionadamente, es esencial para la humanidad, pues tanto dará mirar al cielo como al suelo, y pedirle lo que se quiera a dicho material que puebla de esperanzas y deseos potenciales calles, plazas y jardines. La discusión sobre a quién toca pasear al can, será ahora pelea por hacerlo en la confianza de descubrir una gran estrella fugaz, en origen, a la que solicitar premios de lotería, amores improbables, resultados deportivos, afonías de cuñados (as), batacazos electorales soberanistas, renta a devolver y demás imposibles que solo llegan con mediación metafísica. Claro que todo tiene su inconveniente, también habrá que llevar más cuidado al andar y no pisar anhelos ajenos o frustrar expectativas depositadas con toda ilusión en ellas.
No estamos solos en el Universo
Aunque se desconoce la procedencia de su poder, es decir, si deriva de su composición, o descomposición, este descubrimiento ha abierto nuevas líneas de investigación y respuestas a grandes enigmas que la humanidad se viene formulando desde siempre, entre ellos, hoy sabemos que no estamos solos en el Universo. La conclusión científica también cae por su peso. Nuestro planeta ha sido y es inodoro de otras razas o especies alienígenas. Lo atestigua la existencia de estrellas fugaces documentadas a lo largo de la historia antigua. Especialmente durante el mes de agosto en que se produce el fenómeno de las Perseidas o lluvia de estrellas en honor a Perseo, que los países de tradición católica se apropiaron otorgando tan dudoso honor escatológico a San Lorenzo. Obviamente, después de lo dicho no volveremos a tener en igual consideración ni a Perseo ni a San Lorenzo. Dos hipótesis se barajan al respecto de la cíclica y estival lluvia de restos orgánicos.
Que se trate de seres de lento y pausado proceso digestivo - casi un año -, o bien que, además del nuestro, utilicen para tales menesteres otros mundos de nuestro Sistema Solar a modo de sanitarios públicos gratuitos, sin que hasta la fecha se hayan puesto de acuerdo los científicos sobre este extremo a pesar del revuelo académico internacional provocado. No en vano, la Universidad de Pensamiento Libre de Banyoles, en la Comarca del Pla de l´Estany (Girona), ya ha reivindicado la nacionalidad catalana para estos seres entroncados directamente con el tradicional “caganet” al que consideran ancestro y origen, así como reclaman mayor cuota de estrellas fugheces, por el hecho diferencial y pretende su propia Agencia Espacial Astrónoma Terrestre (AEAT). Para ello han exigido a la ONU, la Unesco y la Nintendo un referéndum que, de no convocarse anuncian que lo harán por su cuenta pagándolo otros. Tendrían derecho a votar en él todo el que haya estado en alguna ocasión en Cataluña, en persona o por poderes, haya llamado por teléfono, mandado carta, enviado email o visto algún programa de la TV3; podrán votar también los niños de pecho y todo aquel que acredite haber almorzado en alguna ocasión pan de payés con tomate y jamón, comido mongetes amb botifarra o ser aficionado al fuet, además de aquel que haya tarareado canciones del Tricicla (e) o visto programas de los hermanos Sardá sin dormirse.
En todo caso, el efecto psicológico de la noticia es, ahora mismo, imparable. Se cuestiona ya el rigor de las cartas del Tarot, el horóscopo del Hola, los huesos de pollo, la marmota Phil de Pensilvania y hasta del pulpo Paul, en una debacle del pseudoesoterismo sin freno que amenaza con colapsar el corazón, el pulgar y el índice Nikkei, Nasdaq, Dow y Paco Jones. Hasta ha surgido un movimiento que considera las Auroras Boreales nórdicas el Pato WC a lo bestia de los mencionados alienígenas, mientras que otros lo califican de Don Limpio, anteriormente Mr. Proper. En estos momentos de colapso y crisis solo queda confiar en la humanidad, que enfrentada a situaciones caóticas parecidas como la caída e incendio de Roma, la peste bubónica, el Interviu de Terelu Campos, 16 ediciones de “Gran Hermano”, el “Tomate”, “Mira quién Baila” o “Adan y Eva”, sabrá sobrevivir y adaptarse a los nuevos tiempos plagados de estrellas fugheces y repartir su cuota de las mismas a quienes tanto se lo merecen.
*Enrique Vila es abogado. Fundador del despacho Romiel y Vila Abogados
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