Jorge Juan: un genio olvidado que invita a descubrir Novelda

Hace dos siglos y medio, los astilleros de la Armada española trabajaban a destajo con un sistema de construcción de barcos que por diversas circunstancias era conocido como 'sistema inglés'. Unos años antes, España había participado en una expedición científica para medir la longitud de un arco de meridiano de la Tierra y determinar su forma. Y en ambas aventuras tuvo un gran protagonismo el brillante oficial de la Armada y magnífico científico Jorge Juan de Santacilia, vecino de Novelda (1713-1773).

El alicantino atesoró las más preciadas virtudes de su época: fue además insigne viajero, geógrafo, astrónomo, ingeniero y diplomático. Desde muy joven, Jorge Juan destacó en las matemáticas y otras materias de estudio, lo que le llevó a participar, en 1734, siendo un joven guardamarina de 21 años, en un viaje científico a Sudamérica para medir la longitud de un grado de meridiano y conocer la forma de la Tierra, debate muy arraigado en el siglo XVIII. Los resultados obtenidos demostraron que el radio de la Tierra era mayor en el ecuador que en el polo, y daba la razón a los que decían que el planeta era achatado por los polos y ensanchado por el ecuador.

Su éxito y precocidad le llevaron a ascender como teniente de navío saltándose los tres grados inferiores. A su regreso a España, recibió la orden del Marqués de la Ensanada de trasladarse a Inglaterra para espiar las técnicas de construcción naval de los ingleses. Ascendió a capitán de navío en 1748, y para llevar a cabo su labor embarcó un año después en una fragata inglesa bajo identidad falsa. Trajo a su país una gran cantidad de información y un nutrido grupo de expertos británicos. Se hizo cargo de las construcciones de barcos de la Armada y se puso manos a la obra para aplicar sus conocimientos en los astilleros de Cádiz, Cartagena, Ferrol y La Habana, al tiempo que organizó arsenales y construyó diques en Cartagena y Ferrol. De su nuevo sistema de construcción surgieron barcos con esloras más cortas, menores lanzamientos, mejor ligados y ensamblados, con reducción de pesos inútiles, fabricados con maderas seleccionadas y bien tratadas, y muchos de ellos de muy larga vida, como fue el caso del navío Guerrero.

En 1754 fue nombrado Ministro de la Junta General para poner orden en pesos y aleaciones de las monedas. Animado por Ensenada intentó crear la Academia de Ciencias Española, pero esta no prosperó. Mientras realizaba unos trabajos de ingeniería naval en Ferrol, Jorge Juan sufrió un severo cólico biliar que en julio de 1762 le obligó a desplazarse a los baños de Busot. Nombrado cuatro años después embajador extraordinario de España en Marruecos para dirimir conflictos, su salud comenzó a debilitarse hasta que falleció en junio de 1773. Por su condición de Caballero de la Orden de Malta permaneció soltero toda su vida. Hoy sus restos reposan en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz) Jorge Juan también fue miembro de la Real Sociedad de Londres, de las Academias de Ciencias de Berlín, Estocolmo y París, y consiliario de la Real Academia de San Fernando. Una de las mentes más brillantes de la Ilustración, cuyo monumento preside la plaza de España de Novelda, la localidad del Medio Vinalopó que le vio nacer.

Novelda es una ciudad industrial y exportadora de mármoles, especias y uvas que cuenta con dos reclamos turísticos de obligada visita: el Santuario de Santa María Magdalena (de estilo modernista) y el Castillo de la Mola (finales del siglo XII) También resultan de interés otros puntos que pueden completar la visita: la Casa Museo Modernista, la Parroquia de San Pedro, el Museo Arqueológico o la Sociedad Cultural Casino.

*Javier Ramos es periodista. Administra el blog Lugares con Historia