Porqué elegí el Balonmano hace 20 años

El balonmano es uno de los deportes más agradecidos que existe. Muchos son los motivos que me llevarían a explicar el porqué hace 20 años me decidí a practicar este deporte y no otro. Necesitaría más de un artículo para poder contarlos todos.

Pero como se suele decir en estos casos: “lo bueno, si breve, dos veces bueno". Y qué mejor forma de hacer de esta argumentación algo perfectamente entendible para el público en general (además del balonmanero), que sintetizar mis fundamentos de manera silábica, es decir, colocando una razón por cada sílaba de la palabra en cuestión. Y es que nueve letras pueden dar para mucho. Empecemos... B. Bienestar.

Practicar balonmano te ayuda a sentirte bien en todos los sentidos. Físicamente, porque ejercitas una buena parte de los músculos del cuerpo, exigiendo tanto al tren superior (tronco y brazos) como al tren inferior (piernas). Psicológicamente, porque actúa como oxigenador de problemas. Una vez que juegas al balonmano te olvidas de todo lo demás, liberando tu mente de malos pensamientos. A. Amistad.

El balonmano es un deporte socializador. Gracias a él puedes hacer muchos amigos. Algunos de los cuales pueden perdurar con el paso de los años. El buen rollo que genera este deporte tiene buena culpa de ello. L. Liderazgo. Un equipo es como una empresa. A veces hay que asumir riesgos y eso conlleva una capacidad de valentía, liderazgo y determinación para poder afrontar los retos que se van presentando. Desarrollar este aspecto ayuda a crecer y a madurar como persona. O. Objetivos. En el deporte, como en la vida, hay que tener siempre unos sueños o unos objetivos por los que luchar. Ganar un título, superar a tu rival o, simplemente, ser mejor cada día. Éstos son algunos de los muchos objetivos que un equipo puede llegar a plantearse. Sin sueños ni objetivos nada tendría sentido. N. Nobleza. A diferencia de otros deportes de equipo, el balonmano es un deporte de gran nobleza. Te puedes dar de hostias (literal) con tu rival y una hora después de acabar el partido estar con él tomando una cerveza sin ningún problema. M. Motivación.

Hay algo que no se puede explicar cuando sales a jugar. Puede que sean las ganas de meter un gol, de parar un contragolpe, de dar un pase a mi compañero...o quizá un compendio de todas juntas. El caso es que jugar a balonmano me motiva y me hace sentir importante. Y con la motivación necesaria se pueden conseguir los objetivos marcados. A. Aprendizaje. El balonmano es un deporte colectivo un tanto complejo, con sistemas defensivos y estrategias de ataque constantes. Cada entrenamiento y cada partido es una nueva lección. De hecho, desde el mismo momento en que comienzas a practicarlo ya estás aprendiendo. Incluso fuera de la pista también te enseña a valorar muchas cosas. N. Naturalidad. Si hay un aspecto que diferencia a los jugadores de élite del balonmano con respecto a otros deportes es, sin duda alguna, la naturalidad.

Los jugadores de balonmano son mucho más amables y cercanos tanto dentro como fuera de la pista. Por poner un ejemplo, en el pasado Benidorm-Barcelona muchos cracks del conjunto culé se pararon para fotografiarse o firmar autógrafos con la gente, tanto en la llegada del equipo como en su partida. O. Organización. En cualquier disciplina con más de un jugador el orden es uno de los valores más importantes. De tu trabajo depende el trabajo de los demás. Un fallo tuyo puede suponer un fallo para el resto del grupo. La organización te da disciplina y la disciplina, unida a otros valores como el trabajo o la constancia, es uno de los condimentos indispensables para alcanzar el éxito o mejorar los resultados. Seguramente muchos de vosotros encontréis otros razonamientos diferentes a los aquí expuestos. Como digo, esto no es dogma sino una simple apreciación personal con cabida para muchas más.