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Redacción Miércoles, 17 de Septiembre de 2014

JOSÉ RAMÓN GONZÁLVEZ

Negocios con éxito. ¿Cuestión de genes?

Sería perfectamente asumible, por las dificultades e inconvenientes, que se plantean para crear, dirigir o mantener un negocio, pensar que si a unos les funciona bien y a otros digamos, menos bien, podríamos llegar a pensar que los que logran buenos resultados, será porque lo llevan en la sangre o mejor aún, en los genes. De ahí mi pregunta inicial en el título,

 

¿Será que triunfamos en el mundo económico por cuestión de genes? Cuando hablamos de genes en ciencias, nos referimos a una secuencia de ADN, que transmite caracteres hereditarios. ¡Cáspita! Pensarán los lectores, así que Seguimos Adelante en nuestros negocios, siguiendo la analogía, porque alguien nos transmitió los caracteres hereditarios adecuados para ser un buen empresario o persona de negocios. Óigame

 

¿Pero esto no es un blog de negocios y emprendedores o ahora se han pasado a la biología o a la neurociencia? A ver, tranquilidad, no es necesario que lleguemos a la biología profunda, pero algo de genes sí, que hay en los negocios de éxito del tiempo actual y permitidme que os lo explique. En el siglo XVII, el origen de las personas se medía por lo que se denominó el rango abolengo, es decir, según su origen familiar eran catalogadas Un caballero o una dama de buen gen por sus orígenes, debía anteponer el decoro a la utilidad y al interés propio. Por lo tanto el buen origen se basaba en un gen, que pasó a denominarse GENerosidad.

 

Ser de buen origen significa ser generoso. Uniendo este razonamiento a las empresas actuales, una empresa será considerada de buen gen, cuando su principal motivación sea hacer negocios que le sean útiles y le sirvan a la sociedad. Hoy en día a esto, se le ha llamado responsabilidad social corporativa (RSC)

 

El gen del éxito

 

En conclusión, un negocio de éxito en nuestros días, se basa en un gen, que es fuente de energía vital, y eso es nada más y nada menos que la generosidad. Los negocios ocupan un entorno en el que se relacionan con más personas o empresas, en consecuencia, generar confianza en los negocios aumenta sus posibilidades de buena acogida: - Ganarte el respeto de la sociedad en la que te desenvuelves. - Transmitir valor. - Transmitir confianza. - Mejoro la autoestima de mi propio negocio por demostrar mis capacidades y conocimientos. - Se detecta coherencia, por coincidir quién eres con lo que transmites. - Recibir ayuda de otros agentes económicos - Y, aprender a tener éxito para que no se nos suba a la cabeza.

 

La generosidad bien planteada es el verdadero motor para operar en un mercado, como nos demuestra la relación anterior. Nos gustan los negocios que nos ofrecen todo lo mejor de si mismos, porque despiertan admiración. Si ya sé, qué estás pensando. ¿Cuál es el límite a esa generosidad? El motivo, es que si tomásemos los extremos máximos o inferiores, se producirían las siguientes situaciones: - Un exceso de generosidad, llegaría a cansarte debido a que, solo dar y ni siquiera recibir algo, por insignificante que fuese acabaría con la mejor de las paciencias. - La escasez de generosidad, hay que llamarla por su justo nombre, y este, no es otro que egoísmo y la consecuencia aquí sería que te rechazarían los demás. - El punto medio, donde se igualasen generosidad y egoísmo tampoco nos vale, a causa de que dar y recibir, exactamente lo mismo se convertiría en un mero trueque o intercambio.

 

Entonces, el nivel de generosidad adecuado, para ser un negocio de éxito, lo vamos a bautizar GEN-EG, que se refiere a producir GENerosidad por dónde y con quién te relaciones, ahora bien, sin olvidarnos de ser un poco EGoistas, quiero decir, aportar sin esperar recibir exactamente el mismo valor y sin olvidarnos de nosotros mismos. Aporto al mundo y de lejos tengo presente a mi empresa, para conseguir atraer actividad. Debemos evolucionar y no permanecer estáticos o limitarnos como seres vivos a la información, que nos comunican los demás o los genes como información hereditaria.

 

Si en la actividad económica nos limitasemos, al igual que los genes a una determinada información no podríamos mejorar. La naturaleza provee a los seres vivos de un recurso evolutivo denominado pseudoGEN, se trata de genes que se mutan o transforman para desarrollar nuevas funciones, sin causar perjuicio a las ya desarrolladas. Un claro ejemplo de adaptación al medio. En consecuencia, si conseguimos evolucionar nuestro GEN-EG a un pseudogen que evolucione, en un entorno tan cambiante podremos conseguir mutar a nuestra empresa que sea GE-NEG, que se trata de una empresa GEneradora de NEGocio. Para concluir, un negocio de éxito en la actualidad, si depende de los genes. Y nos referimos a la generosidad en justa medida, que generará satisfacción a todas las partes.

 

*José Ramón Gonzálvez es economista. Socio Director de Solutions Inside. Speaker, formador y mentor en desarrollo de negocios y posicionamiento de mercados

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