El Ayuntamiento de Alicante destruye la Plaza Balmis

A última hora de la tarde esta peculiar plaza solo forma parte de los recuerdos de los alicantinos y de los álbumes de fotografías de los turistas que, ingenuamente, siempre la creyeron obra del mismísimo Gaudí.

El proyecto se adjudicó hace unos días a Ecisa y ya solo quedaba que entraran las máquinas y los operarios. Y lo han hecho a primera hora de esta mañana. Varias excavadoras y camiones han irrumpido en la Plaza Balmis y han comenzado a levantar el suelo y a demoler el popular banco corrido recubierto de azulejos de colores. El proyecto de remodelación de la plaza, adjudicado por 75.000 euros, levantó desde que el PP lo hizo público una acalorada polémica, porque aparecieron detractores por todas partes. No solo se opusieron grupos políticos en el Ayuntamiento de Alicante, el rechazo llegó también de los propios vecinos de la zona y de otros colectivos, que iniciaron una campaña de recogida de firmas para impedirlo. Todo sin éxito.

Esquerra Unida (EU) presentó en septiembre un ruego en el pleno municipal instando al equipo de gobierno a que no iniciara las obras de remodelación de la plaza. EU exponía dos argumentos. La primera razón era que el gasto era innecesario y que había (y hay) muchas otras prioridades en Alicante. El segundo argumento era el valor simbólico de la plaza y del banco, que a pesar de que no tenía importancia artística alguna sí que era considerado por turistas y visitantes como parte del patrimonio de la ciudad. Lo que va a hacer el Ayuntamiento de Alicante en esa zona es una plaza distinta, completamente nueva, para mejorar la accesibilidad y fomentar su uso público. Y también para aumentar la seguridad, porque desde el consistorio se mantiene que allí se practica la prostitución, aunque hay vecinos que lo niegan. Hay también un confesado interés municipal por favorecer la actividad comercial de esas calles.

Y como colofón del proyecto habrá también un 'rincón de los enamorados', con una especie de árbol en el que las parejas podrán dejar candados para inmortalizar su amor. Lo que no sabe el ayuntamiento es que en ese banco corrido de colorines que hoy han destruido las máquinas excavadoras muchos alicantinos dejaron constancia de su amor sin que ningún responsable político los dirigiese. Y así, en cada trozo de la plaza demolido esta mañana, el ayuntamiento se ha llevado también fragmentos de amores pasados, de besos y caricias que quizás nunca más se vuelvan a dar allí.