Dos años... ¿Para qué?

Puede resultar tópico, pero la realidad es la que es: tiempo perdido, esta es la expresión que mejor podría definir el balance de estos dos años de Gobierno local. Un Gobierno fraccionado en tres partes con evidencias incontestables. Tres jefes de prensa, tres visiones de la ciudad nada complementarias, más bien al contrario, contrapuestas, sin una visión de conjunto. No nos engañemos, el PSOE, con seis concejales de 29, está cautivo de las veleidades nacionalistas de Compromís (3 ediles de 29) y de las utopías radicales de Izquierda Unida/Guanyar (5 ediles de 29). ¿Representa el señor Echávarri la centralidad progresista que dice representar el PSOE? ¿Gobierna el señor Echávarri para una mayoría social de alicantinos preocupados por el empleo, por su calidad de vida, por una ciudad limpia, acogedora y habitable? Seis concejales de 29, los mismos que obtuvo Ciudadanos, son razón suficiente para recetarle al alcalde, en el ecuador de este mandado, una cura de realidad, también de humildad y, por supuesto, de sensatez. El objetivo de "desalojar a la derecha" ya se cumplió tras las elecciones. Ya está desalojada la derecha conservadora, bien, ¿y qué más?

Lo que le falta a Alicante es un proyecto armado, bien armado, en una dirección concreta, con más transparencia y con más participación. Y cierta unidad de criterio en los grandes asuntos (Ikea, cientos y cientos de puestos de trabajo en juego) y en las estrategias de futuro: un desarrollo urbanístico sostenible, pero desarrollo al fin y al cabo, una planificación para suelo empresarial de calidad (más allá de reivindicar retales de polígonos industriales que encima están saturados), y, por supuesto, la conclusión de obras que se han quedado colgadas y que son de vital importancia para la ciudad. Cito la conclusión de la ronda norte, o el túnel del TRAM, o la agilización del Parque Central de Renfe (Oi2) en el que tanto se ha insistido desde Ciudadanos. Señor Pavón: ¿De verdad cree que hay que mantener el Puente Rojo, que nadie quiere, y que ya está suprimido en la tramitación inicial del OI2? Señor Echávarri: ¿Cree que con anuncios fantásticos, que no cuenta con el aval financiero de la Generalitat, va a pasar usted a la Historia? Señor Bellido: ¿De verdad cree que desde la imposición va a lograr que los alicantinos apreciemos el valenciano o va a conseguir el efecto contrario, el de la desafección? Señores del tripartito, tanto bramar contra Enrique Ortiz, y al final le hemos pagado 18 millones de euros en contratos prorrogados, algo que se podía haber cortado de cuajo si ustedes tuvieran claro el modelo de gestión de los servicios públicos esenciales, pero es que ni eso.

Siendo todo esto más o menos grave y caótico, hay una cosa que me preocupa más aún como portavoz adjunto de Ciudadanos y es el talante democrático. Cuando Cs se opuso a la creación de dos puestos de directores generales, y que ese dinero se destinara a reforzar el personal de Urbanismo, la respuesta que obtuvimos fue la de una amenaza por parte del señor alcalde de retirarnos sueldos. Algo que yo mismo califiqué como un acto de "matonismo institucional". Cuando hemos planteado una comisión de investigación para esclarecer las contrataciones exprés de la campaña navideña de Comercio, solo hemos recibido trucos y trampas, y bastante mala baba...mucha. Cuando un partido de la oposición va a la Fiscalía, por este mismo asunto, la reacción inmediata es destituir de su puesto de interina a un familiar del concejal que impulsó esta acción. Bravo, señor Echávarri: la democracia era eso.

*Antonio Manresa es Portavoz Adjunto y Concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alicante.