La Generalitat no activó el lunes la alerta por lluvias en Alicante

La Generalitat Valenciana decretó para el lunes la preemergencia por lluvias nivel naranja en Valencia y en el interior y en la zona norte de la provincia de Alicante, pero no incluyó la ciudad en las alertas por fuertes precipitaciones (documento en la imagen superior).

De hecho, apenas cuatro horas antes de que comenzara a caer sobre una tromba de agua, la Generalitat, en base al boletín de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no había dado la alerta por lluvias para la ciudad de Alicante. En en el comunicado enviado a los medios de comunicación a las 3 de la tarde por la Agencia Valenciana de Seguridad (Generalitat) se explicaba que se podían alcanzar valores superiores a los 100 l/m2 "en toda la provincia de Valencia y zona litoral norte de Alicante". La ciudad seguía estando al margen de la alerta. El Centro de Coordinación de Emergencias, dependiente de la Generalitat, estableció que la preemergencia nivel naranja por lluvias sólo incluía el litoral norte de Alicante y en Valencia.

Pero pasadas las siete de la tarde del lunes comenzó a descargar sobre Alicante una fuerte tormenta que fue aumentando en intensidad, prolongándose durante varias horas. Ante la magnitud que estaban alcanzando las precipitaciones el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, decidió activar el Protocolo de Actuación Municipal frente al riesgo de inundaciones, y como consecuencia de ello el concejal de Seguridad, Fernando Marcos, se reunió con todos los jefes de los cuerpos de emergencias de la ciudad: Policía Local, bomberos, Protección Civil y Gestión de Emergencias.

ATRAPADOS EN SUS VEHÍCULOS

En esos momentos la lluvia ya había comenzado a generar importantes problemas en toda la ciudad y los bomberos, policías locales y miembros de protección civil se afanaban en socorrer a decenas de ciudadanos atrapados en sus vehículos y en otras situaciones de peligro. La activación del Protocolo de Inundaciones fue clave para mantener la seguridad en Alicante, evitar daños personales y abordar las diferentes emergencias que se estaban produciendo en el casco urbano, las playas y las partidas rurales. Hasta ese momento la Generalitat no había alertado al Ayuntamiento de que Alicante estaba en riesgo de registrar precipitaciones intensas. Sólo se había decretado el nivel naranja por vientos, algo que se demostró insuficiente.

La ciudad registró en una sola hora de la noche del lunes 48,8 litros por metro cuadrado, un dato que revela la virulencia de la tromba de agua que caía sobre la ciudad. Bomberos, policías locales y miembros de protección civil trabajaron sin descanso durante toda la noche.

Por la mañana el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (SPEIS) puso en marcha un dispositivo especial con cinco equipos para intervenir en las zonas que se encontraban anegadas por el agua. Se trataba de dos urbanizaciones de la avenida de Niza (32 y 35), en la avenida Costablanca (170), y en la calle Escocia (11 y 17). Durante toda la mañana estuvieron trabajando con motobombas y electrobombas para achicar el agua para devolver lo antes posible a la normalidad a esta zona de la ciudad. También intervinieron a la altura del Instituto Bernabeu, donde se desprendió un muro sobre un vehículo y una motocicleta, para retirar los escombros, balizar y asegurar la zona.