DECRETO DE PLURILINGÜISMO
Miles de personas protestan en Alicante por la imposición de más horas de valenciano
Lo que empezó siendo una tímida protesta de familias de Alicante contra el Decreto de Plurilingüismo, que obliga a los colegios a impartir más horas de valenciano si quieren aumentar las clases de inglés, ha pasado a ser ya una movilización en la calle.
Las famiias están tomando conciencia de que van a tener que defender sus derechos en la calle, con pancartas, gritos y pitos. Más de 2.000 personas se han concentrado esta tarde en el Paseo de Gadea de Alicante, frente a la Delegación del Consell, para protestar contra el Decreto de Plurilingüismo (en la imagen). Un documento impulsado por el conseller de Educación, Vicent Marzà, muy contestado por partidos políticos, sindicatos de profesores y madres y padres de alumnos.
El Decreto establece que si los colegios quieren impartir más horas de inglés, algo que demandan prácticamente todas las familias, tendrán que dar más horas de valenciano. Se trata, según ha denunciado en repetidas ocasiones el PP, de un auténtico "chantaje lingüístico".
Por eso en muchas de las pancartas que esta tarde han exhibido las familias en la protesta de Alicante se podía leer: "No a la imposición del valenciano" y "En democracia no se imponen las lenguas. Las imposiciones son de los dictadores".
La protesta había sido convocada por la asociación Idiomas y Educación con el lema "Por el derecho a elegir las lenguas en Educación. Contra el decreto de inmersión en valenciano" y ha sido secundada por el sindicato FSIE, Concapa y Padres de la Pública, entre otras organizaciones.
Gema | Domingo, 12 de Marzo de 2017 a las 16:08:41 horas
Es un auténtico atraso, nuestro sistema educativo va hacia atrás y los padres no tenemos derecho a votar. Es un desastre y una impotencia tal que lo único que da ganas es de cambiar de comunidad. Yo pensaba que una asignatura o dos para que no se pierda la lengua era perfecto como se ha tenido siempre pero después de está injusta imposición opinión ha cambiado. Ahora me gustaría que el valenciano fuera como el latín, una lengua que los niños aprenden cuatro conjugaciones para saber que existió.
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