Día Sábado, 22 de Noviembre de 2025
¿Por qué estoy soltera?
El estado civil ya hace años que desapareció del carné de identidad, pero a menudo parece que tengo que rendir cuentas del mío. A mis 33 años la pregunta del millón es ¿por qué estoy soltera? Me siento como Alaska, ya sabéis, "la gente me señala, me apunta con el dedo, susurra a mis espaldas...". Pero yo no tengo la personalidad de Olvido y confieso que estas cosas me afectan más de lo que quisiera. Y también me repito esa misma pregunta, demasiado quizás.
Si, a priori, no hay una razón de peso (ni física ni mental) que me impida estar con alguien, ¿por qué no lo estoy? Lo malo es que dar con la respuesta es igual de complicado que encontrar la solución de aquel dichoso problema de Matemáticas II que me hizo bajar la media en Selectividad. (Sí, aquella prueba de acceso universitario que venía después del BUP y el COU). Todavía conservo vagos recuerdos de lo que aprendí en esa época de estudios y uno de ellos es que para resolver ciertas cuestiones hay que tener en cuenta todas las variables. Y en ésta supongo que influye un cúmulo innumerable de circunstancias internas y externas que, de momento, dan como resultado una hipoteca para mí solita, entre otras muchas cosas.
Y digo de momento porque, a diferencia de los singles de "raza" que eligen libremente no tener pareja (olé por ellos), reconozco sin pudor que a mí sí me gustaría compartir mi vida con alguien y aún no he perdido la esperanza de hacerlo. Llamadme loca soñadora. Pero eso no significa que sea mi única prioridad, que mi vida no tendrá sentido si no encuentro pareja, o que me tenga que conformar con el primero que me mire. Estar soltera no es una tragedia épica, ni una maldición, ni tampoco un estigma como muchos piensan y los solteros no nos desintegramos si salimos a la luz del sol. Es un estado que pretendo que sea transitorio y con el que he aprendido a convivir. Pero mientras llega o no llega EL MÍO, sigo viviendo. Porque en este caso, preguntarse por qué no tiene sentido, porque no hay una respuesta y buscarla sólo lleva a entrar en una espiral de frustración, es una pérdida de tiempo y energía.
Por eso, mi propósito para el nuevo año es no preguntármelo más y seguir disfrutando de mi familia, de mis amigos, trabajando, ganando en experiencias y, sobre todo, intentando ser lo más feliz posible. Y ahora, además, estas vivencias las comparto con vosotros. *Rosa Sánchez es periodista. Máster en Dircom y en Marketing de Moda y Belleza. Especialista en Redes Sociales.












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