Del Sábado, 04 de Octubre de 2025 al Jueves, 30 de Octubre de 2025
El miedo corrompe las mejores intenciones
La desesperanza cambia a las personas y las transforma en seres irracionales. Bajo esta influencia, terminan siendo monstruos violentos, este fenómeno afecta por igual a los individuos y a las sociedades, promueve actitudes crueles y la defensa de lo que es justo en contra de lo que a priori tiene la reputación de ser lo apropiado. Es en ese momento cuando la falsedad justifica las acciones inhumanas y así se mantiene el control mediante el uso de un relato que nada tiene que ver con lo realmente acontecido. La influencia del miedo es innegable, afecta a la toma de decisiones y a la percepción de la realidad, se utiliza por el que gobierna para su beneficio pero existen ocasiones en las que tras sobrepasar la frontera de lo admisible se llega a la ridícula parodia y la gente se revuelve contra el poderoso al rechazar su embuste y ver con nitidez la triste realidad del rey que siempre estuvo desnudo aunque se pavonee de ir bien vestido.
Cuando el miedo se apodera de la comunidad, el instinto de manada se activa y cada persona busca pertenecer a su grupo en busca de la seguridad que se ha perdido. Por ejemplo, por culpa de las inundaciones en Valencia, con referencias escritas incluso antes del Imperio Romano, se ha provocado el aumento del espíritu solidario que después cristaliza en la españolidad obsoleta y oculta bajo la ideología del status quo que ha visto cómo efectivamente el pueblo se ayuda a sí mismo por sentirse hermano e igual y recordar la españolidad que la política cautiva de la ideología y la estrategia se empeña en rechazar.
El pueblo abandonado y desprotegido se sumerge en creencias supersticiosas, es por ello que desentierra antiguas ideas enterradas en la postmodernidad del progreso, la bondad del ejército, la igualdad entre hermanos que forman una misma nación. Recuerdo los rituales y amuletos que creímos nos protegían durante la era del virus chino, a la vez que nuestros mandatarios se lucran con la la intermediación en la compra de los sistemas de protección para no sucumbir a la infección y nos recluían en los domicilios aplaudiendo todas las tardes como monos de feria amaestrados. La mayoría aceptó el castigo sin rechistar, otros rechazaron los consejos, las vacunas, probaron tratamientos extraños, el uso de ciertos alimentos, la bebida de brebajes mágicos, de fármacos extemporáneos pensando que podían prevenir la temible enfermedad. La población que se significó negacionista de los consejos del comité de expertos inexistente, fueron objeto de actos de violencia que se promovían desde el gobierno y las vocerías del periodismo interesado, la sociedad se separó en una nueva dicotomía además de la existentes hasta entonces, sumisos contra librepensadores, las discusiones fueron acaloradas y, a menudo, se llenaron de odio hacia los que eran percibidos como "amenazas".
Además, el miedo lleva a la crueldad. Las personas amenazadas, pueden justificar acciones brutalmente inhumanas, el miedo a lo desconocido justifica la propaganda que deshumaniza al oponente. Durante la Segunda Guerra Mundial, los mitos y estereotipos sobre los soldados enemigos fomentaron el odio y la violencia. En estas situaciones, las creencias supersticiosas se convierten también en una forma de racionalizar la violencia. Las personas se convencen de que sus acciones son necesarias para proteger a su comunidad, olvidan la empatía y la humanidad del otro. De esta manera, se ve cómo el miedo exacerba la crueldad y alimenta la superchería.
La falta de confianza en la humanidad es evidente cuando el miedo domina. Bajo su influencia, es difícil para una persona pensar de manera racional. Este fenómeno se ha repetido a lo largo de la historia, naciones enteras han actuado de manera inhumana al dejarse llevar por el pánico. En lugar de buscar soluciones pacíficas, se opta por la violencia y la represión, lo que demuestra que el miedo puede corromper incluso a las mejores intenciones. La historia está llena de ejemplos donde este hecho ha llevado a la pérdida de derechos mostrando que la respuesta a la amenaza percibida a menudo es más peligrosa que la amenaza en sí misma.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.153