RAFAEL SIMÓN GALLARDO Sábado, 22 de Junio de 2024

La Santa Pereza

En el panteón de las citas célebres que han moldeado el pensamiento, pocas son tan reveladoras y polémicas como la siguiente proclamación de John D. Rockefeller:

"Prefiero ganar el 1% del esfuerzo de 100 personas, que el 100% de mi propio esfuerzo".

Esta declaración, que ha sido interpretada como una muestra de pragmatismo o de cinismo desmedido, merece un análisis más profundo.

Desde una perspectiva irónica, Rockefeller se transforma en un profeta de una nueva religión: la Santa Pereza.

En este credo, el trabajo duro y la dedicación personal son vistos como obstáculos en el camino hacia la riqueza y el éxito. En lugar de esforzarse por alcanzar sus metas con tesón y sacrificio, los acólitos de esta doctrina prefieren aprovecharse del trabajo ajeno, relegando la dignidad y el valor del esfuerzo individual a un segundo plano.

En este evangelio de la pereza, la figura del emprendedor se transforma en un parásito que se alimenta del sudor y el esfuerzo de los demás, sin aportar nada significativo a cambio.

La idea de que la riqueza y el éxito pueden obtenerse sin esfuerzo propio se convierte en el mantra seductor para aquellos que buscan el camino fácil del éxito.

Sin embargo, detrás de esta fachada de desapego al esfuerzo individual se esconde la verdad incómoda de la explotación y el abuso de poder. Rockefeller se revela como el depredador que se nutre de la desigualdad y la injusticia para mejorar . En lugar de ser un ejemplo de ingenio, se convierte en el símbolo de la avaricia desmedida y la falta de empatía hacia los que generan riqueza a través del trabajo arduo y honesto.

En la era del individualismo extremo y la glorificación del éxito a cualquier costo, Rockefeller invita a la reflexión sobre el significado del esfuerzo y el mérito.

¿Es lícito enriquecerse a costa de la explotación de otros?

Estas preguntas obligan a mirar más allá de las apariencias y a cuestionar los fundamentos de un sistema que premia la astucia y la ambición por encima de la justicia y la libertad .

Ahora recuerden que es obligatorio ser un buen contribuyente, Hacienda somos todos aunque unos más que otros, por eso es vital que nos quiten a cada ciudadano el porcentaje que decidan los Rockefeller que okupan el gobierno para asegurarse la impunidad que disfrutan y la riqueza que no se merecen a costa de nuestra esclavitud .

*Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...