El nombre De la Rosa

Si fray Guillermo de Baskerville viviera y nosotros fuéramos sus pupilos como lo fue Adso de Melk en la famosa abadía de "El nombre de la rosa" podríamos hablar y escuchar la sabiduría de un hombre honesto y valiente mientras disfrutamos de las puestas de sol  para todo tipo de sensibilidades incluidas las más insensibles por pertenecer a los habituales personajes tóxicos que merodean y nos rodean en silencio desde siempre.

Pero casi todo tiene solución como pensaba el inteligente  fraile para evadirse de la inmundicia humana mientras  masticaba  hojas de plantas psicoactivas y sentía en su alma el efecto disuasorio de la ensoñación que le separaba de la tediosa realidad, igual hacía Sherlock con la cocaína y así ambos conseguían soportar a sus coetáneos retrógrados  y descubrir a los interesantes  asesinos más parecidos a ellos mismos de lo que reconocerían ante un juez y a los que admiraban en secreto porque estos monstruos justificaban la existencia y genialidad de ellos al compartir todos  lo más oscuro del hombre incluyendo a los que oficialmente van de buenos.  

Hoy, sentado en el porche de mi casa, ensimismado con la puesta de sol alicantina hermosa por su colorido y solemnidad, ayudado por el humo de mi "bruja blanca", famosa cepa dominicana sativa que me mantiene atento, con mente clara a la vez que eufórico y más creativo puedo llegar a intuir qué opinaría el escritor de este extraordinario libro ante nuestros problemas porque habiendo leído a Umberto me da la sensación de que los personajes se solapan y hay mucho de Eco en fray Guillermo.

El fraile me diría en referencia a las redes sociales que son  el balcón desde donde miles de idiotas pueden hablar para la humanidad con la misma aseveración que el premio nobel más reconocido sin posibilidad de ser silenciados quedando así todos expuestos a sus tontunas mientras que antes estos personajes solo se expresaban en tascas de mala muerte donde ebrios más sensatos les  corrían a palos al oír sus exabruptos.

Sobre los libros y la literatura me contaría con la misma calma y pedagogía que tenía con  Adso de Melk que  ya no se lee, que se lee muy poco y lo que se lee se hace en direcciones extrañas quedándo el mundo lleno de libros preciosos que nadie reconoce. Me diría rotundamente que nunca hay que creer en nada porque los actos de Fe los carga el diablo, los libros no deben ser creídos pero si aprovechados como oportunidad de investigar la realidad y sacar conclusiones: nuestras conclusiones. Me repetiría hasta la saciedad que los libros no dicen cosas sino que significan cosas mientras que me miraría a los ojos buscando mi comprensión.

Umberto razonaría conmigo sobre la pandemia de ateísmo que asola el planeta, me diría con voz calma que  "Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no quiere decir que no  crean en nada sino más bien que creen en todo" y sin duda esto es más peligroso que honrar a uno solo porque pueden caer en las manos del primer  idiota que tenga un discurso bonito y vacío sobre todo si nos cuenta lo que deseamos oír y si no, recuerden lo que pasó en Hamelín. 

Sobre la sabiduría y la creatividad me haría reflexionar diciendo que la sapiencia no es destruir ídolos, sino más bien no crearlos nunca. Seguro que apostillaría con la frase; "El amor es más sabio que la sabiduría y nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración".

Intentaría convencerme para que nunca fuera un héroe porque el verdadero valiente es héroe por error porque su sueño sigue siendo el de ser un cobarde honesto como todo el mundo. Dios nos libre de los salvapatrias que nos exigen sacrificio y sangre para mantener ellos sus privilegios.  

El famoso escritor me recordaría que los monstruos existen porque son parte de un plan divino y en las horribles características de los mismos se revela el poder del creador. Nada es completamente bueno o malo, hermoso o desagradable. Todo es obra de dios. 

Me haría reflexionar sobre poesía y periodismo diciendo que todos los poetas escriben mala poesía con una única diferencia: Los malos las publican y los buenos las queman. La poesía es intransferible y solo debe tener un uso personal. Continuaría explicando que no son las noticias las que hacen el periódico, sino el periódico el que hace las noticias y saber juntar tres noticias distintas significa proponerle al lector una cuarta de manera torticera. 

Terminaría la conversación llenándome de consejos de todo tipo, haciéndome ver que  cuando los nombres de corruptos y defraudadores se saben y conocen a la gente no le importa porque solo siguen yendo a la cárcel los ladrones de pollos albaneses. 

Ya se ha terminado mi hierba especial y con ella solo queda la reminiscencia de sus efectos beneficiosos, Umberto y fray Guillermo me dejan solo en el porche de mi casa mientras que el Sol viaja por debajo de la línea del horizonte y yo recuerdo la frase de Aristóteles que decía que la filosofía era una respuesta a un acto de asombro.

Mi asombro sigue vivo porque dentro de mí aún se esconde Peter Pan que se aferra al Mundo de Nunca Jamás y me permite no enloquecer ante la falta de calidad de los monstruos actuales que para nada alcanzan el maravilloso nivel que tenían los villanos de Holmes y de Baskerville y de alguna forma al definir su minusvalía acaban también manifestando la mía y por añadidura la suya si me sigue leyendo y ha tenido la paciencia de terminar. 

Me llaman a la casa, las briznas del cigarro se apagan contra la tierra, entro bajo el techo protector y cierro la puerta. Se avecina otra calurosa noche donde no poder pegar ojo...