La claridad de la confusión

No es que sean ustedes muy trabajadores que se diga y aunque "la pereza sea la madre de todos los vicios", siempre han sido respetuosos con sus madres y por tanto no pueden dejar de ser remolones al ser tan buenos hijos. 

Sus convicciones profundas, obvias, telúricas, casi cuánticas son bien resumidas en una sola  "la confusión está clarísima". El arte de confundir, driblar, negar y afirmar a la vez me parece meritorio. Sus almas de trileros resplandecen sin vergüenza ante el impávido general que no da crédito. 

Con ustedes me ha pasado lo mismo que con el amor, han venido para quedarse, no desean marchar pero afortunadamente se irán porque si el amor eterno dura aproximadamente unos tres meses ustedes  no terminarán la legislatura por mucho que nos amen. Su filosofía que les ha abierto todas las puertas se resume en dos palabras; "tira y empuja". Tira lo que te moleste y empuja a quien no te siga. 

Se disculpan proclamando que errar es humano y con eso lo tienen todo hecho, bueno todo no, porque en lo que son verdaderamente excelentes  es en echarle la culpa a otros seres humanos. No tienen memoria alguna, son unos extraños amnésicos que se desplazan por el tiempo y el espacio sabiendo que todo tiempo pasado fue anterior y de ahí no hay mortal que les enroque, necesitan para tener la conciencia limpia ser desmemoriados. 

Son ustedes solidarios, han elegido grupo, clan, manada al que pertenecen quedando excluidos los honestos porque los honestos son simplemente unos inadaptados sociales y no se integran en grupo alguno y su futuro seguro terminará siendo la ilegalización  y el encarcelamiento mientras que los terroristas avalados por ustedes vuelven a las calles y a las instituciones para la cogobernanza. 

Sé con seguridad que abogan por un mundo mejor y que están interesados en conseguirlo pero el problema es que el mundo mejor es carísimo y dinero queda poco porque nos han llevado a la ruina aunque nos repitan que el dinero no hace la felicidad pero la compra hecha y esto lo intuyo al verles tan felices con sus sueldos que se auto elevan, sus pluses por acudir al trabajo, sus coches blindados, falcones, ayudas de pernoctas y un tan largo etcétera que no es un verdadero etcétera sino más bien una enciclopedia. 

No me tomo mi vida en serio porque se que no voy a salir vivo de ella. Lo triste no es ir a un cementerio sino quedarse y con su inestimable ayuda estoy renovando el panteón familiar con frisos corintios. 

No tengo miedo de que perciban mis comentarios como críticas porque soy sabedor de su profunda convicción pacifista y sé que cuando alguien les tira piedras responden con flores, rosas rojas con maceta incluida y después la tierra en los ojos.

Por esto y por su inacción activa, confinamiento, información interesada me han arrastrado a la bebida, al onanismo profesional  y han simplificado mi vida, soy más feliz que antes, gracias, encarecidamente muchas gracias por ayudarme y por su existencia sin la cual no hubiera llegado a la claridad de la confusión en la que hoy existo.