Ingenuos y Crueles

Para mi es importante ver personalmente lo que sucede y no esperar a que otros me cuenten la realidad. Me he visto los tres días de la moción de censura para evitar soportar los montajes torticeros de todo color y los comentaristas ávidos de crédito en el  horario de los telediarios y tertulias y soy capaz de llegar a conclusiones en soledad que con su permiso comparto...

Casado se dirigió fundamentalmente al ex votante del PP que había caído en las garras de Vox diciéndoles  de forma tremendista, como si de una caricatura se tratara y más simple que el mecanismo de un botijo que los de Vox mantienen posiciones antisistema, son antieuropeos y ultraconservadores y que Abascal es desagradecido porque muerde la mano que le dió de comer y traidor por no respetar a los que perdieron la sangre defendiendo la democracia. 

Mientras hacía esto, la izquierda bien avenida y perfectamente coaligada vió el camino expedito para continuar realizando la ingeniería social precisa y obtener así los objetivos que consisten en uniformar a las personas  generando la masa crítica necesaria  producto de la degradación del molesto individuo para la consecución del nirvana de un progreso inexistente, pueril, sostenible, ecológico e igualitario. 

Casado avaló la versión de la izquierda confirmando que  Vox  es el fascismo, el demonio mismo y el adorador de los becerros de oro y se apartó de él como Moises con rayos tras el cogote  bajando del monte Sinaí con las tablas de los mandamientos alumbró a los errantes judios dándoles un solo Dios, un solo centro, una única derecha...

Casado indicó que la única derecha real, plausible y probable es la del centro que habita  y existe en el PP sin embargo para conseguir este objetivo fue innecesariamente cruel y bastante audaz rallando la temeridad poniendo en  peligro a su único soporte estable en las Autonomías y ayuntamientos que gobierna dado el desnorte de Ciudadanos. 

Pensó Pablo y no se equivocó que Santiago no sería capaz de devolverle los insultos retirando el apoyo que le da en forma de represalias inmediatas. No lo hizo ni  lo hará, creo, pero estoy seguro que a partir de mañana el gobierno de estas estructuras será más complicado y la gobernanza generará muchas migrañas a esta derecha centrada en su propio ombligo en contra a los ciudadanos gobernados que padecemos los histrionismos y problemas de sus enfermas personalidades que precisan la recomendable terapia psiquiátrica si pretendemos salir ilesos...

Mientras los que deberían defender las otras formas de entender  la sociedad, los que tendrían que proteger al individuo, a la libertad personal, al esfuerzo y al mérito como vehículos de progreso real,  al derecho de librepensadores a disentir, los que tendrían que abolir la corrección política por muy avalada que esté por los consensos y por los  expertos inexistentes imposibles de nombrar por extensos  se dedican a mentirnos diciéndonos que si nos gobernaran lo harían mejor que el peor gobierno de los últimos cuarenta años que sin duda padecemos hoy  sin reconocer que los males últimos en nuestra España tiene más que ver con el modelo de sociedad que con el gobierno que nos controla. 

La derecha no es mejor que la izquierda, desafortunadamente no es únicamente un problema de gestión lo que haría diferente nuestro futuro sino que nuestra forma de ser se define al estar formada por la suma de  una ingenuidad pasmosa con la crueldad impresentable de nuestro egoísmo  como cualidades que de forma efectiva igualan a la derecha con la izquierda en su ineptitud y también a todos nosotros que como españoles compartimos los mismos defectos...

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...