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RAFAEL SIMÓN GALLARDO
RAFAEL SIMÓN GALLARDO Martes, 10 de Marzo de 2020

Analfabetos y el virus de los libros

Oigan amigos, familiares y colegas:

 

No sé que pensarán ustedes cuando ven como a personas catalogadas de izquierdas de toda la vida, son vilipendiados por los actuales zurdos e insultados como fascistas. Me quedo atónito. Me refiero a gente como Alfonso Guerra por ejemplo, aunque hay más, que desde hace años está en contra de Sánchez con sus libros, entrevistas y en redes ante problemas concretos como la deriva separatista, pactos con filo-etarras y un largo etcétera.

 

Primero pienso en el nivel medio de preparación del que insulta, y después, puedo llegar a ver el dolor que supone para los valientes disidentes ser libre pensadores y salirse del tiesto dogmático de una izquierda impresentable y seguir criticando con valentía a un sectarismo del que no participan por injusto aunque se sientan también progresistas.  

 

Los avatares que están tomando televisiones, prensa escrita y digital demuestran que Cayetana tenía razón en sus adjetivos hacia la Sexta y seguro que estas personas piensan como ella. Las cosas están cambiando y hoy, para ser de izquierda en España y probablemente también en Occidente, no es suficiente con una posición ideológica determinada sino que se necesita imperativamente que una comunidad mal definida y nada demócrata te vea como tal.

 

Precisa de que todas las organizaciones parapolíticas al uso, la sociedad real y la virtual  te acepten como de izquierdas porque si no es así, aunque uno sea de izquierda por profundos y serios motivos ideológicos seguirá siendo un facha a los ojos de la selva mediática y para-social que nos rodea a todos.

 

"O conmigo o en mi contra aunque no lleve razón".

 

Está claro que hay temas que se han sacralizado y un progresista completo debe asumir toda la ristra sin rechiste ni aspaviento, aunque no está de acuerdo con algunos de los temas; migración, feminismo, anti-homofobia, pro-aborto, anti-taurino, animalista, ecologismo radical, anticlericalismo, anticapitalismo, lenguaje inclusivo y que complicado se vuelve todo cuando alguien de derechas, comparte parte del ideario progresista; ofende más que agrada, también es un fascista al que hay que apartar. Que se lo cuenten a Ciudadanos y a su intento de desfilar en la Manifestación del 8M con permiso del coronavirus.

 

"O conmigo o en mi contra aunque no lleve razón".

 

Que distinto era ser de izquierdas durante los inicios de la democracia en España. Antaño existía una conciencia intelectual, hoy no es así, hoy se usurpan los nombres, las siglas, la historia se deforma y se cambia la realidad al antojo de necesidades torticeras impresentables.

 

Antes las manifestaciones eran realmente solidarias, perseguían cambiar las cosas, ayudar a mejorar el futuro de todos. Hoy se revindica lo particular, lo propio, la necesidad pequeña de cada cual que el estado paternalista está obligado a conseguirnos porque sepan ustedes que los hijos no son nuestros sino que pertenecen al  estado mientras que se insulta al diferente, al contrario , al que no comulga con el pensamiento único casi siempre con la misma palabra; fascista.

 

"O conmigo o en mi contra aunque no lleve razón".

 

La maquinaria que maneja la izquierda real, única y excluyente actual es simplona, elemental y patética; tuits incesantes de gente que solo lee tuits y escribe tuits, las tertulias de televisión con expertos en nada y opinadores de todo mientras sean fieles al pensamiento único, los humoristas y sus monólogos con tics repetitivos y poco originales, las series donde se repiten los mismos papeles correctos políticamente con un ánimo pedagógico evidente.

 

Cualquier analfabeto funcional puede hacer esto y seguro será bien recibido mientras no se salga del programa prestablecido y no levante la vista al horizonte y analice las cuestiones con algo de sentido común que afortunadamente para esta patulea de personajes es el sentido menos común de los que tenemos. Políticos incluidos.

 

¿Y que hacer ante esta situación? ¿Qué consejo podemos dar a nuestros hijos y amigos? ¿Cómo luchar contra la izquierda y derecha analfabeta que nos invade?

 

Difícil pero posible; mi consejo es leer, leer y leer lo que les guste y lo que despierte su curiosidad. Un libro le llevará a otro, una pregunta será respondida y se abrirán nuevos enigmas que les conducirán a más libros con nuevas incógnitas, tesis, antítesis, romper esquemas y prejuicios.  Este es mi consejo, dejen que los libros se transformen en su virus particular y vacúnense del coronavirus cuando haya vacuna pero nunca lo hagan contra los libros, solo son los responsables de nuestra cultura con mayúsculas, no todo es cultura pero un libro si lo es, y después, hablen con conocimiento de causa y sin vergüenza que seguro ofenderán a más de uno y les seguirán diciendo que son fascistas pero eso no es una novedad, ya se lo llaman ahora.

 

Solo delata el miedo de quien se siente agredido porque no nos controla y solo puede insultar con la única palabra que conoce aunque desconozca  su verdadero significado porque si lo supiera, no la usaría.

 

"O conmigo o en mi contra aunque no lleve razón".

 

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...

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