Lunes, 15 de Diciembre de 2025

Actualizada Lunes, 15 de Diciembre de 2025 a las 20:32:15 horas

JORGE BRUGOS Miércoles, 12 de Junio de 2019

Las cloacas del bipartidismo

¿Escuchan el silencio? Este sigilo que muestran algunos medios respecto a dos de las mayores tramas de la historia de nuestra democracia. La operación kitchen, en la que el Partido Popular utilizó de manera torticera las ventajas que le brindaba el hecho de estar en el gobierno para tapar sus pufos mediante policías presuntamente mercenarios, y la operación Faisán, en la que el Gobierno socialista de ZP estaba a merced de los terroristas de ETA haciendo realidad todos y cada uno de los anhelos batasunos a cambio de que los verdugos dejaran de matar. ETA mandaba, España se arrodillaba.

 

Me resulta asombroso, como las televisiones prestan más atención mediática al noviazgo de Albert Rivera con Malú que a los dos escándalos que han manchado nuestra corta memoria democrática. Los dos partidos mayoritarios del arco parlamentario han usado nuestras instituciones a su antojo, pero nos compete más el lugar que ocupen los diputados de Vox en el hemiciclo. Absurdo. Uno, porque pese a que se empeñe en negarlo y en poner parches, sigue celebrando sus victorias electorales en una sede reformada presuntamente con dinero negro. Otro, porque, desde que llegó ZP a la secretaría general, va de mal en peor, y como ha quedado constatado en las pruebas documentales de Faisán, tuvieron los pocos escrúpulos de sentarse en la misma mesa de quienes asesinaron,-como he repetido hasta la saciedad-, a Ernest Lluch. Tal para cual, los dos partidos que llevan ya desde tiempo inmemoriales pasándose las llaves de un cortijo llamado España mientras se ponían a parir a modo de paripé a la par que de puertas para dentro se protegían mutuamente para que nadie les quitara la parte del pastel.  Fraternidad disimulada, que se constató el pasado mes de marzo cuando PP y PSOE acordaron cerrar sus comisiones de investigación. Para un pacto educativo no se hablan, pero para eso si se ponen de acuerdo.

 

Siempre digo, que cuando veo a PP y a PSOE hablar de corrupción, me viene la imagen de Stalin y Hitler presumiendo de su benevolencia. Los dos son iguales. Ambos, han manchado nuestra democracia. Unos por corruptos y blandos con los que roban,-soy el primero que es sabedor de que en el PP hay gente honrada-, y otros por compadrear y negociar en la trastienda con los asesinos de inocentes. Victimas, por las que sufro.

 

Me compadezco, porque, tengo la sensación, de que pese a tanta sangre, sufrimiento, muerte y llanto, ETA ha ganado y los españoles hemos perdido. Los mismos que salieron a la calle para gritar por Miguel Ángel Blanco, permanecen impasibles al ver como su valentía ha sido derrotada por el miedo de unos políticos sin principios, sumisos a la causa de ETA. Verdugos, con los que se reunían entre bambalinas bajo una nube de humo tabacalero, y a los que ahora llaman héroes sin ningún recuerdo al alma de los miles de inocentes que murieron por luchar contra la libertad. Verdaderos aladís,-señor Eguiguren-, que no se merecen ni que se negocie con sus cuerpos, ni que sus asesinos decidan el futuro de España con sus telefonazos a Sánchez. Empezaron con reuniones formales, y terminarán, si no lo hacen ya, con video llamadas hasta las tantas de la noche. Hay química. Existe una conexión entre ellos.

 

Me daría vergüenza, -de verdad lo digo-, ser militante del PSOE en estos momentos. No hay justificación. Por mucho que los palmeros digan que el socialismo español debe negociar con todas las fuerzas políticas sin excepción, no hay por donde cogerlo. Me recuerda esa invocación dialogante, a la frase celebre de Groucho Marx de “si no te gustan mis principios, tengo otros”. Valores, que si renunciaron a ellos para negociar con ETA, no dudaran en hacer lo propio para bajarse los pantalones frente a los golpistas que intentaron romper nuestra democracia en Cataluña.   

 

Ideales,-quizá por eso el Partido Popular no deja de perder militantes a la postre de Cs y Vox-, que también a olvidado la formación de Pablo Casado. Principios, que de haberlos tenido, nunca habrían usado a su antojo el poder institucional que les regaló la democracia para camuflar, que no limpiar, las cloacas de Genova.

 

No miren las diferencias, porque no las encontraran. Aunque lo triste no es eso, el mayor pesar, es que les seguimos votando. Tenemos los políticos que merecemos.

 

* Jorge Brugos es miembro de Ciudadanos Alicante

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.185

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.