"Señores, voy a serles sincero..."

Amigos y enemigos, quiero explicarles por qué les he dicho lo mismo que Estanislao Figueras vociferó en el hemiciclo en 1873 y se marchó en tren a Francia quedándose "descansao". 

Han conseguido radicalizarme por el tan alto nivel de meapilismo y corrección política que me rodea. Estoy pensando tomar el tren de alta velocidad a kathmandu o a Manchuria libre, ya veremos que hago finalmente para no seguir siendo un anodino personaje del centro equidistante de todo y deseado por todos cada cuatro años solo.

Así es que si no me marcho, terminaré transformándome en un populista más de los que últimamente han salido como setas. Ya sé que queda mal, no me riñan pero es el único sitio que encuentro, donde puedo  poner un huevo hoy en nuestro agitado circo político sin riesgo a perderlo a priori es ahí. 

Los politólogos andan locos  devanándose los sesos para detectar quién vota a los populismos y por qué, haciendo siempre interpretaciones torticeras y nada originales que publican y vocean en la radio y televisión. Es simple, les contesto yo si me lo permiten. Me he transformado en populista porque sencillamente estoy enfadado, muy cabreado con todos, con nosotros y conmigo mismo.

Me importa un pito que unos opinen que es un fenómeno transversal, otros diferencien entre populismos de derechas o de izquierdas, todos malos sin duda,  los más avezados opinen que es una patología social y quieran curarme insultándome y metiéndome dentro de un condón gigante para que no les contamine y los más indolentes, crean que es una alternativa democrática inocua.

Digan lo que digan todos ellos, para mí, el populismo expresa con claridad mi malestar y en todo caso, evidencia el mal funcionamiento de nuestro sistema político. Y punto.

Los políticos se han separado de los ciudadanos y son unas élites privilegiadas, la famosa "casta" podemita que a todos contamina, hasta a ellos mismos. El populismo, promueven el resurgimiento del concepto arcaico de "pueblo", nuevo sujeto político, menos preparado y más débil que permita desarrollar una nueva forma de  dominación, distinta de los totalitarismos conocidos y de las democracias representativas hasta la fecha. 

Señores, están experimentando con nosotros, estos partidos políticos, movimientos sociales y líderes con carisma, todos juntos o por partes, utilizando medios legales quieren conseguir el poder y transformarnos de ciudadanos romanos a pueblo medieval  con religión monoteísta, pensamiento único e inquisición si fuera preciso.

El populismo no tiene adscripción política alguna, lo hay de todos los colores y todos terminan de la misma forma, por esto pivota en la indefinición subrogada porque de esta forma, consigue aglutinar al mayor número de simpatizantes que les impulsarán sin duda, hacia su único objetivo; obtener el poder completo.

Los discursos populistas son siempre lo mismo. Se basan en la creación de oposiciones binarias (oprimidos-opresores, pobres-ricos, casta-plebe...). Resumiendo; conmigo o contra mí. Se necesita urgentemente encontrar enemigos. Con Franco era los judío-masónicos. Con la derecha la ultraizquierda, con la izquierda la ultraderecha, En Cataluña es España y en España, Cataluña y así vamos.

Para que estos objetivos sean culminados, es preciso que se entienda la política como exclusión y expulsión del enemigo utilizando los medios del estado. Además cuando la población está más desilusionada, desencantada, desafectada de las élites políticas más fácil será conseguir el plan último y único. Otro elemento importante populistas, es abdicar del raciocinio y el debate sereno, del respeto por el distinto y posibilitar el imperio de las pasiones, la emoción como centro cerebral de mando de la acción política que todo lo abarca y todo lo cambia sin respeto de familias, amistades y nos aproxima con naturalidad hacia la violencia .

Si están pensando que me refiero a Vox y a Podemos Podemas. No me han entendido. No me han leído entre líneas porque si pensaron eso, estuvieron equivocados.

Me refiero al PSOE. Me refiero al PP y a Ciudadanos... ¡¡Ohh sorpresa sorpresota!!

¿Qué se puede esperar de un país donde los partidos que deberían ser moderados y aliarse entre ellos para solucionar los graves problemas que nos afectan, han decidido seguir consignas populistas mientras critican a los que tachan de serlo?

Muy poco, casi nada se pude esperar, así que "Señores, voy a serles sincero; estoy hasta los cojones de todos nosotros".

* Rafael Simón Gallardo es médico y cuenta cuentos inveterado...